Estados Unidos ha sancionado a dos ciudadanos iraníes por ser sospechosos en el secuestro y “posible muerte” del exagente del FBI, Robert Levinson, en la isla iraní de Kish en marzo del 2007.
Es la primera vez que Estados Unidos formalmente responsabiliza a Irán por la desaparición del agente jubilado. El lunes no hubo una reacción inmediata de Teherán.
Los dos iraníes fueron identificados como Mohammad Baseri y Ahmad Khazai, los cuales según el Departamento del Tesoro son “altos funcionarios” del Ministerio de Inteligencia y Seguridad de Irán y estuvieron involucrados en el secuestro de Levinson.
Levinson desapareció el 9 de marzo del 2007 mientras visitaba la Isla de Kish como un investigador privado. Se había retirado nueve años atrás, después de una carrera de 22 años con el FBI. En 2013, varios medios de comunicación reportaron que Levinson había sido parte de una misión rebelde de inteligencia, un alegato que las autoridades estadounidenses no han confirmado.
En 2010, la familia Levinson recibió un video de “prueba de vida” de Levinson. En 2011, recibieron fotos mostrando a un Levinson despeinado.
Según la agencia noticiosa Associated Press, Estados Unidos determinó hace nueve meses que Levinson estaba muerto.
La Casa Blanca dijo que la medida deja claro que la administración Trump responsabilizará a aquellos que estuvieron involucrados en la “toma de rehenes como una herramienta diplomática”.
“Ninguna familia debería nunca soportar el dolor que la familia Levinson ha soportado durante casi 14 años”, dice una declaración de la Secretaria de Prensa de la Casa Blanca. “Irán es responsable y puede poner fin a esta pesadilla al responder preguntas para las cuales solo ellos tienen respuestas. Cualquier futura plática con Irán debe incluir la resolución de este caso. Estaremos al lado de la familia Levinson y jamás cesaremos en nuestros esfuerzos para obtener justicia para Bob y su familia”, dice el comunicado.