Después de su proyectada derrota que muestra al demócrata Joe Biden como presidente electo, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, permanece en silencio, excepto por los mensajes que publica en Twitter donde hace afirmaciones de fraude electoral ampliamente desacreditadas.
Trump tuiteó el jueves sobre una "elección amañada" (una de las numerosas publicaciones a las que Twitter adjuntó una alerta que decía: "Esta afirmación sobre el fraude electoral está en disputa") y atacó a Fox News, un canal de televisión por cable que lo ha apoyado en gran medida en todo momento de su presidencia.
Trump casi no ha mencionado la pandemia de coronavirus, mientras los casos se disparaban a nuevos máximos esta semana en Estados Unidos y aumentaban las hospitalizaciones y muertes. Su asesor principal de campaña, Corey Lewandowski, es el más reciente de los funcionarios de su administración en dar positivo por el virus.
El jueves, la presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, dijo: “Las palabras tienen poder. Cuando el presidente habla, sus palabras pesan una tonelada, y últimamente hemos escuchado algunas cosas que son muy desconcertantes”. Pero, "las cifras también tienen elocuencia", agregó en referencia a las "horribles 144.000 nuevas infecciones" por el coronavirus registradas el día anterior.
Durante meses, mientras se concentraba en la campaña política, Trump no asistió a las reuniones del Grupo de Trabajo sobre el coronavirus de la Casa Blanca. El vicepresidente Mike Pence dirigió la reunión del grupo el lunes por primera vez en casi tres semanas.
La Casa Blanca rechaza las críticas de los demócratas de que Trump, herido por la derrota electoral, ha dejado de gobernar prematuramente.
"Absolutamente falso", dijo a la VOA el subsecretario de prensa de la Casa Blanca, Judd Deere. “Tal como prometió, el presidente Trump está luchando arduamente por unas elecciones libres y justas, mientras que al mismo tiempo, cumple con todos sus deberes para poner a Estados Unidos en primer lugar. También está trabajando para promover un estímulo económico significativo, involucrando a los miembros del Congreso en una propuesta de financiamiento del gobierno y asegurando que los gobiernos estatales y locales tengan lo que necesitan para responder a la pandemia en curso".
El jueves, la Casa Blanca emitió varias órdenes ejecutivas firmadas por el presidente, incluida una para prohibir las inversiones estadounidenses en empresas chinas vinculadas al ejército de ese país.
Trump almorzó el jueves con Pence y más tarde en la tarde se reunió con el secretario de Estado Mike Pompeo y el secretario del Tesoro Steven Mnuchin, según la Casa Blanca.
El presidente, sin embargo, no fue visto por los periodistas el jueves. El día anterior, asistió a una ceremonia del Día de los Veteranos bajo la lluvia en el Cementerio Nacional de Arlington, donde no habló.
Trump habló públicamente por última vez el 5 de noviembre en la sala de prensa. Las tres principales cadenas de televisión del país se apartaron de sus comentarios cuando hizo acusaciones infundadas de que los demócratas estaban cometiendo fraude y tratando de robar las elecciones del 3 de noviembre.
Siete días después, es el período más largo que Trump ha pasado sin hablar ante la cámara durante su presidencia, según el sitio web factba.se, que tiene un compendio de los tuits, discursos y políticas de Trump.
The Associated Press y otros medios de comunicación, incluida la Voz de América, proyectan que Biden tiene más de los 270 votos electorales necesarios para derrotar a Trump, quien seguirá siendo presidente hasta la toma de posesión del nuevo mandatario el 20 de enero.
Trump no ha cedido y la campaña de Trump ha lanzado acciones legales en varios estados para desafiar el conteo de votos.
La mayoría de los legisladores republicanos en el Congreso parecen seguir respaldando la posición de Trump, y solo unos pocos reconocen a Biden como presidente electo.
Algunos senadores del partido del presidente han pedido que Biden tenga acceso a reuniones informativas de inteligencia de alto nivel, algo que actualmente no es posible porque la Administración de Servicios Generales no ha certificado a Biden como ganador.
Es costumbre que el presidente electo tenga acceso a espacios de oficinas federales y empleados en la nómina del gobierno y reciba informes clasificados.
"Eso es realmente importante. Es probablemente la parte más importante de la transición", dijo el jueves a los periodistas la senadora republicana Susan Collins, refiriéndose a Biden como el "aparente ganador".
Varios otros senadores republicanos están de acuerdo, pero algunos legisladores clave no.
"Siempre he sentido que ningún candidato debe participar necesariamente en ellos hasta que esa persona se convierta en presidente electo y no sea el presidente electo", dijo el senador republicano James Inhofe.
“Acabamos de tener unas elecciones presidenciales divididas y reñidas”, dijo a los periodistas el líder de la minoría del Senado, Chuck Schumer, junto con Pelosi. "Pero en lugar de trabajar para volver a unir al país para que podamos luchar contra nuestro enemigo común, COVID-19, los republicanos en el Congreso están difundiendo teorías de conspiración, negando la realidad y envenenando el pozo de nuestra democracia".