El secretario de Estado de Estados Unidos, Mike Pompeo, anunció el viernes la imposición de sanciones contra funcionarios del Departamento de Trabajo y el Partido Comunista de China (PCCH), acusándolos de acciones propagandísticas en el exterior.
Bajo su autoridad como diplomático de mayor rango en EE.UU., Pompeo anunció las “restricciones de visa a los funcionarios” de ambas entidades.
Pompeo dijo que el Departamento de Trabajo de la nación asiática “financia y apoya a organizaciones extranjeras para difundir propaganda y coaccionar y acosar a quienes se oponen a las políticas de Beijing”.
También acusó al gobierno comunista de China porque, según dijo, con frecuencia “intimida” al personal académico, empresas, grupos de la sociedad civil y comunidades del exilio chino “que denuncian los horribles abusos contra los derechos humanos que tienen lugar en Xinjiang, el Tíbet y otras partes de China”.
En el comunicado el diplomático estadounidense no mencionó nombres ni países donde hayan ocurrido estas acciones.
Recientemente la administración del presidente Donald Trump sancionó a la Corporación Nacional de Importación y Exportación de Productos Electrónicos de China (CEIEC) por apoyar los esfuerzos del gobierno en disputa de Nicolás Maduro para “socavar la democracia en Venezuela”.
Aun que el gobierno chino ha negado todas las acusaciones, la administración del presidente Donald Trump ha procedido a limitar el visado o enlistar a medios oficiales del gigante asiático, acreditados en EE.UU. como organizaciones que responden al PCCH.
Agregó que algunas de las tácticas incluirían la “divulgación de datos personales [conocido en inglés como doxing] de sus objetivos e incluso de sus familiares en línea como medio de intimidación política”.
El Departamento de Estado justificó las medidas de hoy con acusaciones de que esas personas han incurrido en “el uso o amenaza de violencia física, robo y divulgación de información privada, espionaje, sabotaje o interferencia maliciosa en asuntos políticos domésticos, libertad académica, privacidad personal o actividad comercial”.
EE.UU. exige el cese al uso de las tácticas mencionadas, señala el comunicado, y e insiste en que los responsables “no son bienvenidos en Estados Unidos”.