Inmersos en el ojo del huracán después de que el comandante en jefe de EE.UU., Donald Trump, amenazara con desplegar a las Fuerzas Armadas para controlar las protestas que sacuden el país, varios líderes militares han roto su silencio para desmarcarse de la política y reclamar justicia ante los abusos raciales que, periódicamente, acaparan las portadas de los medios estadounidenses.
"Todos los estadounidenses deberían estar furiosos porque la conducta exhibida por la policía de Minneapolis pueda seguir teniendo lugar en 2020", escribió el jefe del Estado Mayor de la Fuerza Aérea, el general Dave Goldfein, en un memorando interno dirigido a sus suboficiales, que fue divulgado el martes por el Pentágono.
Goldfein denuncia en la misiva "el espectro de prejuicios raciales, discriminación sistemática y parcialidad inconsciente" que, aún hoy, "a veces de manera explícita, a veces de manera sutil" afecta a la población afroamericana" e invita a sus subordinados a "aprovechar esta oportunidad" para conversar con sus compañeros de armas sobre el porqué de la situación.
"Comencemos la conversación reconociendo que tenemos a muchos valiosos aviadores que viven y trabajan para una nación indivisible ante Dios... pero que carece de libertad y justicia para todos", concluye el general.
Las palabras de Goldfein se producen en un momento especialmente delicado debido a la oleada de protestas que se están dando por todo Estados Unidos desde la muerte en Minnesota del afroamericano George Floyd cuando se encontraba bajo custodia policial, el pasado 25 de mayo.
A pesar del carácter pacífico de la mayoría de estas protestas, se han vivido muchos momentos de caos debido al pillaje y a los saqueos que se han registrado en ciudades como Minneapolis, Nueva York o Washington DC. La gravedad de algunos disturbios ha llevado a numerosos estados a activar a la Guardia Nacional para apoyar a las fuerzas del orden.
El presidente Trump fue, incluso, un paso más allá el pasado lunes cuando, en una comparecencia televisada ante la nación, amenazó con desplegar a las tropas regulares en caso de que los gobernadores no fueran capaces de controlar las protestas.
"Estamos movilizando todos los recursos federales disponibles, civiles y militares, para detener los disturbios y el saqueo, poner fin a la destrucción y a los incendios provocados (...). No podemos permitir que los gritos justos de los manifestantes pacíficos sean ahogados por una furiosa multitud", declaró Trump desde el Jardín de las Rosas de la Casa Blanca, ante la atenta mirada del secretario de Defensa, Mark Esper, y del jefe del Estado Mayor Conjunto de las Fuerzas Armadas de EE.UU., el general Mark Milley, también presentes en el acto.
Algunas voces han criticado a Esper por prestarse a lo que consideran un "montaje político" -que incluyó una breve visita a la iglesia episcopal de San Juan, próxima a la Casa Blanca, donde el mandatario se tomó una foto- y han lamentado que el jefe del Pentágono se refiriera a las protestas como "un campo de batalla" durante una videoconferencia con diversos gobernadores, el pasado lunes.
No obstante, este mismo miércoles, durante una rueda de prensa, el funcionario ha reconocido que no empleó bien sus palabras y ha dicho que no aprueba invocar Ley de Insurrección de 1807, que es la que permitiría al presidente desplegar el ejército para “suprimir, en cualquier estado, la insurrección, violencia interna, asamblea o reunión ilegal”.
Esper apuntó que, en su opinión, esa ley solo debe ser invocada “en las situaciones más urgentes y extremas”. “No estamos ahora en una de esas situaciones”, zanjó.
Además, el jefe del Pentágono reconoció que la situación se está viendo afectada por la situación política e hizo referencia a las elecciones presidenciales del próximo mes de noviembre.
"Hay un claro tono político. Estamos en temporada política, se acercan unas elecciones y esto siempre fue un reto para todo el departamento de Defensa cada año electoral, es algo con lo que vamos a tener que seguir lidiando", concedió Esper.
También este miércoles, se manifestaron los principales comandantes de las fuerzas de la Armada estadounidenses desplegadas en Europa y África, así como de la 6ª Flota, que opera en aguas del Pacífico.
"El catalizador de la situación actual puede haber sido la muerte del señor George Floyd, pero debemos entender que la rabia desatada por su muerte es mucho más profunda en muchas comunidades de nuestra gran nación", señalan en una carta dirigida a las tropas y firmada por cuatro comandantes.
La carta invita a los soldados, al igual que hizo el general Goldfein, a "redoblar" el esfuerzo para "crear -y garantizar- un clima y una cultura basados en el respeto, la dignidad y la inclusión" en la Armada.
"Es siempre un buen momento para hacer lo correcto", concluye la misiva, citando al mayor símbolo de la lucha por la igualdad racial en Estados Unidos: Martin Luther King.
"Intenta dividirnos"
También el exsecretario de Defensa James Mattis, que ejerció el cargo durante los dos primeros años de mandato del presidente Trump, abordó este miércoles lo que está sucediendo en Estados Unidos en una de sus escasas declaraciones públicas desde que salió del Pentágono, en diciembre de 2017.
"Donald Trump es el primer presidente en toda mi vida que no intenta unir al pueblo estadounidense; ni siquiera finge que lo intenta. En su lugar, intenta dividirnos", escribió Mattis en un correo dirigido a la publicación The Atlantic.
El general retirado llamó al pueblo a unirse "sin él", es decir, sin Trump; aprovechando las fortalezas "inherentes" de la sociedad civil estadounidense, una tarea que, reconoció, "no será fácil" pero que debe ser acometida en nombre de los más jóvenes y de generaciones pasadas "que derramaron sangre" para defender al país.
"Cuando me uní al ejército, hace 50 años, juré apoyar y defender la Constitución. Nunca imaginé que tropas que hicieron ese mismo juramento podrían, bajo ninguna circunstancia, recibir órdenes para violar los derechos constitucionales de sus conciudadanos —lamentó— y mucho menos para facilitar una pose fotográfica para el comandante en jefe electo, con los líderes militares a su lado".