Grupos de extrema derecha en Estados Unidos opuestos al gobierno, como los Boogaloo Boys, han utilizado durante mucho tiempo una serie de tácticas y plataformas para incitar a la violencia, incluidos memes deshumanizantes, foros en línea y milicias organizadas.
Ahora, grupos de izquierda están empleando muchas de las mismas tácticas contra la policía y otros objetivos durante las protestas por la justicia social desde la muerte de George Floyd, según un nuevo informe de investigadores afiliados a la Universidad de Rutgers.
"Muchas de las características del extremismo anarcosocialista parecen ser paralelas a las estructuras tácticas clave documentadas en el extremismo libertario-anarquista y yihadista", dice el informe de 24 páginas, titulado "Anarquía habilitada por redes".
El informe subraya que los movimientos de extrema izquierda como Antifa, aunque descentralizados y considerados menos letales que sus homólogos de extrema derecha, son igualmente capaces de convertir las protestas pacíficas en enfrentamientos violentos con las fuerzas del orden.
Se conoce cuando el presidente Donald Trump y el fiscal general William Barr siguen culpando a Antifa y a los anarquistas de gran parte de la violencia de las protestas. Sin embargo, hasta la fecha, el Departamento de Justicia no ha acusado a ningún grupo de izquierda en relación con los disturbios civiles, y los expertos en extremismo dicen que si bien la amenaza de violencia de Antifa es real, los grupos organizados de extrema derecha representan una mayor amenaza de violencia.
El informe fue publicado por el Contagion Network Research Institute, una organización independiente sin fines de lucro que rastrea el odio en las redes sociales. El grupo incluye a las Naciones Unidas, la Liga Anti-Difamación y Open Society Foundations del multimillonario liberal George Soros como sus socios afiliados.
En un informe anterior sobre los Boogaloo Boys, una milicia antigubernamental, los investigadores de Contagion Network analizaron más de 100 millones de publicaciones en las redes sociales y concluyeron que los mensajes de Boogaloo, aunque son una broma para algunos, “actúan como un meme violento que hace circular instrucciones por una insurgencia viral y violenta para otros".
Joel Finkelstein, fundador de Contagion Network y autor principal del informe, no respondió a las reiteradas solicitudes de comentarios.
Para el informe sobre la violencia anarquista, los investigadores examinaron más de 100 millones de publicaciones en plataformas como Twitter y Reddit, encontrando un ecosistema en línea de "rápido crecimiento" de lo que ellos llaman "extremismo anarcosocialista" con vínculos con alborotadores en varias ciudades de Estados Unidos.
Los memes de las redes sociales y las palabras en clave que deshumanizan a la policía como ACAB, abreviatura en inglés de "todos los policías son bastardos", aumentaron durante las protestas, y Twitter y Reddit registraron aumentos de 1.000% y 300% en publicaciones respectivamente, según el informe.
“Los foros marginales anarcosocialistas extremos en Reddit usan memes que piden la muerte de la policía y memes por almacenar municiones para promover una revolución violenta”, dice el informe.
También aparecieron memes despectivos contra la policía cerca de los lugares de las manifestaciones, y los manifestantes los pintaron en edificios gubernamentales, juzgados y estatuas caídas.
Un portavoz de Reddit dijo que las políticas de la compañía prohíben el contenido que promueve el odio o incita a la violencia.
En una declaración a la VOA, un portavoz de Twitter dijo: "Agradecemos la oportunidad de colaborar con las partes interesadas externas para identificar y tomar medidas sobre los intentos de manipular la conversación en Twitter".
Los investigadores del NCRI también identificaron varios grupos de milicias de extrema izquierda y descubrieron signos de coordinación con los alborotadores en varias ciudades.
Señalaron que el 25 de julio, las redes anarquistas, utilizando el hashtag #J25, “prepararon, ejecutaron y propagaron” mítines simultáneos en más de 20 ciudades, lo que provocó disturbios en cuatro: Portland y Eugene, Oregon; Richmond, Virginia y Seattle, Washington.
Entre las redes organizadoras estaba "Anonymous", un colectivo de hackers digitales; el Frente de Liberación Juvenil, que se describe a sí mismo como una "red descentralizada de colectivos juveniles autónomos dedicados a la acción directa hacia la liberación total"; y "It's Going Down", una de las mayores fuentes en línea de noticias anarquistas, según el informe.
En Portland, los feeds de Twitter del Youth Liberation Front, citados en el informe, dirigieron los "preparativos de la mafia" y proporcionaron información táctica.
En Seattle, los canales de Twitter de los anarquistas locales pidieron el saqueo de un recinto policial local, lo que llevó a los alborotadores a arrojar explosivos y piedras a los oficiales y sitiar la estación.
"Los juzgados y comisarías de policía fueron atacados por agitadores en cada caso", dice el informe.
Un autor y portavoz de la Agencia Anarquista, que usa el nombre scott crow sin mayúsculas, dijo que el informe exagera la amenaza anarquista.
"En el informe, están equiparando el asesinato de seres humanos por parte de los Boogaloo y los neonazis con la destrucción de propiedad porque la gente está harta de tener botas en el cuello", dijo Crow.
Josh Lipowsky, un analista de investigación senior del Proyecto Contra-Extremismo, dijo que el movimiento Antifa descentralizado representa una amenaza menor que los grupos mejor organizados de la extrema derecha.
Si bien los extremistas de extrema izquierda cuentan con grupos como el John Brown Gun Club, no promueven activamente ataques violentos, dijo Lipowsky.
“En la extrema derecha, vemos redes más activas que piden ataques organizados contra las sinagogas y otras instituciones religiosas, así como contra las personas que se consideran enemigas de esa ideología”, dijo Lipowsky.
En diciembre pasado, el Departamento de Seguridad Nacional emitió un marco estratégico para combatir el terrorismo y la violencia selectiva, destacando el terrorismo doméstico como una amenaza creciente.
