Gabriel Escobar dice que empezó en el periodismo “muy modestamente”. Y realmente así fue: de adolescente fue repartidor de un pequeño periódico en Queens, Nueva York.
Cuarenta años después, sin embargo, este inmigrante colombiano acaba de ser nombrado editor principal de uno de los diarios más prestigiosos de Estados Unidos, The Philadelphia Inquirer, y se ha convertido en uno de los latinos de mayor rango en una organización noticiosa de Estados Unidos.
“Pues siento orgullo, más que todo. En muchos sentidos es el cuento bonito del inmigrante”, dijo Escobar durante una entrevista telefónica con The Associated Press.
“Llegué sin hablar una palabra de inglés y ahora dirijo un diario de prominencia que obviamente es en inglés. Es un logro importante, pero estos puestos, el editor de un diario, en una industria que tiene enormes desafíos, son puestos difíciles, siempre lo han sido”.
Escobar, quien ha sido el segundo al mando en el diario desde 2017, asumirá ahora una plantilla de 210 reporteros, fotoperiodistas, editores, diseñadores y productores. Lo hace en un momento en que las noticias quedan dominadas por el desarrollo de una pandemia global y tras unas disputadas elecciones presidenciales estadounidenses.
Escobar, de 64 años, nació en Bogotá. Tras las muerte de su padre en un accidente de tránsito en 1959, su madre le llevó a él y a sus dos hermanos a Nueva York, donde vivía una tía de Escobar.
El colombiano estudió en Queens College.
“Mi ambición era ser escritor o poeta. Cuando fallé en esos dos caminos fue cuando encontré el periodismo”, explicó.
Escobar arrancó su carrera como reportero del Queens Tribune y después siguió en diarios de Nueva Jersey, Connecticut y Pennsylvania antes de llegar a The Washington Post, donde pasó 16 años, entre ellos algunos dirigiendo la cobertura de América Latina como corresponsal en Buenos Aires.
En 2007 entró a The Philadephia Inquirer como editor metropolitano. Desde entonces está en el diario, a excepción de un año en 2011, que pasó en The Dallas Morning News.
Durante la última década, Escobar ha sido responsable de importantes eventos como la cobertura de la visita papal, la Convención Nacional Demócrata de 2016 y la primera victoria de los Philadelphia Eagles en el Super Bowl.
Sus desafíos, explicó, incluyen la transformación del diario al formato digital. La seguridad de los periodistas del diario es también una de sus mayores preocupaciones.
“Lo que nunca anticipamos son los ataques permanentes sobre el periodismo y los periodistas. El periodismo es el ‘fake news’ y las acusaciones vienen desde lo más alto, del presidente, y eso ha cambiado la percepción del periodismo y ha puesto a los periodistas, hasta cierto punto, en peligro”, dijo.
El presidente Donald Trump ha criticado abiertamente a periodistas de muchos medios y sus coberturas. Además de la pandemia del virus COVID-19, Estados Unidos ha vivido en los últimos meses protestas y a veces violencia en torno al debate de la injusticia racial. Los periodistas han estado en primera línea cubriendo esos temas y ahora se teme que los resultados de la elección presidencial generen violencia. Las amenazas que sufren los periodistas, a través también de las redes sociales, son una constante, señaló Escobar.
“El bienestar de los periodistas es mi gran preocupación”, dijo. “Cada día me preocupo por los periodistas que están haciendo un trabajo heroico en medio de todo esto”.
Escobar, casado y padre de tres hijos, asume la posición después de que el exdirector ejecutivo del diario Stan Wischnowski renunció debido a la oleada de críticas generadas por un titular que lamentaba los daños causados a negocios en medio de las protestas contra la injusticia racial.
Wischnowski fue nombrado director ejecutivo del Pittsburgh Post-Gazette en septiembre.