El senador Bob Menéndez, que abandera el proyecto de reforma inmigratoria en Estados Unidos, volvió a defender la propuesta legislativa que quiere impulsar la Casa Blanca señalando que pretende sentar las bases de un “sistema robusto de inmigración” para que más de once millones de indocumentados puedan regularizar su situación en el país norteamericano.
El legislador, no obstante, insistió, como ya ha hecho en otras ocasiones, en que el documento no pretende ser una “amnistía” a la inmigración ilegal.
Menéndez y la congresista Linda Sánchez hicieron entrega este jueves del texto definitivo de la propuesta Ley de Ciudadanía Estadounidense 2021, una promesa de campaña de Joe Biden que, en menos de un mes, se ha materializado con una propuesta “firme” y “muy ambiciosa”.
Fin a las “políticas crueles”
El senador cubano-estadounidense por Nueva Jersey recordó que a lo largo de sus 35 años de carrera política ha estado muy implicado en la confección de varias leyes y reformas inmigratorias, pero lamentó que, desde las esferas políticas, “se ha rechazado la humanidad y la contribución de los inmigrantes en el país”. Al mismo tiempo señaló a “algunos republicanos, nacionalistas blancos y a Donald Trump” como los culpables del bloqueo de una posible reforma.
Tras la celebración de las elecciones presidenciales, Menéndez considera que “la gente votó por compasión y competencia en el gobierno” y rechazó el “gobierno cruel” de la anterior administración.
“En los últimos cuatro años se han impuesto políticas muy crueles hacia los soñadores, a los trabajadores agrícolas y se ha incentivado la separación de cientos de familias que huyeron de la inseguridad en sus países”, agregó durante una conferencia de prensa telemática en la que también participaron otros congresistas y senadores demócratas.
“Son trabajadores esenciales con miedo a ser deportados”
En ese sentido, Menéndez sostuvo que el momento para acometer la aprobación de una reforma migratoria es ahora “porque el sistema está roto y no nos podemos permitir que la gente siga creciendo sin estatus en el país”.
No podemos permitir que los trabajadores esenciales vivan con miedo a ser deportados"
Bob Menéndez, Senador EE.UU.
“Vinieron aquí para un trabajo duro, y eso es lo que hacen todos los días. Cultivan comida, transportan mercancías, son trabajadores esenciales y siguen viviendo con el miedo de ser deportados algún día”, expuso agregando que “ya es hora de dar una oportunidad a los once millones de indocumentados para que puedan aplicar a la tarjeta verde después de ocho años de proceso”.
Con todo, descartó que se trate de una maniobra política, argumentando que el voto latino “no pertenece” a un único partido, y dijo que la cuestión inmigratoria es un tema que atañe a los votantes de ambas formaciones políticas. Varias encuestas señalan que entre un 69% y un 86% de los estadounidenses estarían a favor de una reforma migratoria que diera una salida legal a los once millones de indocumentados.
Margen de negociación
Menéndez se escudó en esos datos para reafirmar la importancia de una nueva legislación que permita que los indocumentados hacerse ciudadanos estadounidenses gracias a la propuesta presentada este jueves.
El partido demócrata ostenta la Casa Blanca y lidera ambas cámaras. Sin embargo, se necesitarán, al menos, 60 votos en el Senado de Estados Unidos para dar luz verde al texto. Bob Menéndez admitió hace unos días que esa propuesta pretende “dejar terreno” a la negociación con los republicanos más moderados y que, eventualmente, podrían apoyar la reforma migratoria.
Desconfianza en las filas republicanas
Muchos miembros del partido republicano, no obstante, se han opuesto a este proyecto de ley ya que consideran que “es una amnistía” para los inmigrantes ilegales y temen que provoque “un efecto llamada” a la inmigración ilegal desde Estados Unidos.
Sobre eso, el analista político de tendencia republicana, Frank Rodríguez, alertó que el proyecto supone “un incentivo a la ilegalidad en vista que representa una amnistía” para aquellas personas que “entraron rompiendo la ley” en la frontera de Estados Unidos.
El presidente Joe Biden ya aclaró que su intención es buscar una solución a los indocumentados que ya están en Estados Unidos.