Más de 17,000 miembros de la Guardia Nacional de EE.UU. apoyan la aplicación de la ley estatal y local, en su esfuerzo por controlar los recientes disturbios civiles en 23 estados de la nación.
Esos miembros, junto con los aproximadamente 45,000 de la Guardia Nacional que apoyan la respuesta a la COVID-19 y los cientos de otros que ayudan con la misión del muro fronterizo sur de EE.UU., responden a incendios e inundaciones y luchan contra los ciberataques, se combinan para un total histórico de al menos 66,700 soldados activados para operaciones domésticas, a partir del lunes.
¿Qué es la Guardia Nacional?
La Guardia Nacional está compuesta por civiles que sirven a Estados Unidos como soldados o aviadores a tiempo parcial.
A diferencia de los marines, marineros o soldados regulares y aviadores, la Guardia Nacional tiene una doble misión para apoyar las operaciones estatales y federales. Los gobernadores estatales pueden llamarlos a servicio durante emergencias locales o estatales, como tormentas, terremotos o disturbios civiles.
"Estamos aquí para proteger la vida y la propiedad, y preservar la paz, el orden y la seguridad pública", dijo el lunes el general Joseph Lengyel, jefe de la Oficina de la Guardia Nacional. Minnesota, donde el afroaestadounidense George Floyd murió bajo custodia policial la semana pasada, se encuentra entre los estados que han desplegado a la Guardia Nacional para ayudar con los disturbios civiles.
El soldado de mayor rango de la nación, el mayor general del Ejército Jon Jensen, dijo el domingo que los soldados de su entidad respondieron a los incendios, proporcionaron seguridad para hospitales y ambulancias, crearon puntos de control de tráfico y aseguraron infraestructura crítica, como la Reserva Federal de Minneapolis.
Agregó que sus soldados estaban armados después de recibir una advertencia del FBI sobre "amenaza creíble y letal" contra sus fuerzas.
El presidente de Estados Unidos también puede activar a la Guardia Nacional para misiones federales, como combatir la guerra contra el terrorismo en el Medio Oriente.
El número actual de la Guardia Nacional activada para operaciones domésticas supera con creces el número de miembros activados en 2005 después del huracán Katrina, cuando se desplegaron a un poco más de 51,000 para ayudar con la recuperación en varios estados del sur de EE.UU.
Pero a medida que el despliegue interno de la Guardia Nacional se ha incrementado en los últimos días, el comandante de la Guardia Nacional de Georgia advirtió el domingo que los ciudadanos estadounidenses no deben aceptar continuamente a los militares, en lugar de a las fuerzas del orden, para proporcionar seguridad dentro de Estados Unidos.
“Si bien estamos contentos de hacerlo y nos sentimos honrados de hacerlo, esta es una señal de que necesitamos mejorar como país. Estamos listos para hacer esta misión cada vez que se nos pide que lo hagamos, pero rezo para que nunca tenga que volver a hacerlo", dijo a los periodistas el general de ejército Thomas Carden, general adjunto de la Guardia Nacional de Georgia.
¿Qué otros activos militares están involucrados en mantener la paz?
Actualmente, no se ha solicitado a los miembros del servicio activo que ayuden con los recientes disturbios civiles.
Un funcionario confirmó a la Voz de América el lunes que cientos de policías militares de tres bases del Ejército han recibido órdenes de prepararse para desplegarse en Minnesota, en caso de que el gobernador solicite asistencia de servicio activo.
El portavoz jefe del Pentágono, Jonathan Hoffman, dijo el sábado que el Ejército había alertado a varias unidades como "una medida de planificación prudente", aunque no se ha solicitado asistencia del gobernador de Minnesota Tim Walz.
Bajo la Ley de Insurrección de 1807, el presidente puede desplegar a los militares "para reprimir, en cualquier Estado, cualquier insurrección, violencia doméstica, combinación ilegal o conspiración".
Si se despliega, sería la primera vez que los miembros del servicio militar en servicio activo sean llamados para mantener la paz en medio de los disturbios civiles dentro de las fronteras de Estados Unidos desde los disturbios de Los Ángeles en 1992.
La ciudad de California estalló en caos el 29 de abril de 1992, después de que un jurado encontró a cuatro policías de Los Ángeles no culpables de la golpiza a un hombre afroestadounidense que fue filmada por un espectador y transmitida en todo el mundo.
Los miembros del servicio activo también se desplegaron dentro del país para mantener la paz y mantener el orden en la década de 1950 durante la desegregación, en los disturbios de Detroit en 1967 y después de la muerte del líder de los derechos civiles Martin Luther King Jr. en 1968.