El Pentágono aprobó el martes una solicitud para mantener a 2.300 efectivos de la Guardia Nacional en Washington para ayudar a proteger al Capitolio de Estados Unidos durante otros dos meses.
La cantidad es de alrededor de la mitad de los 5.200 soldados de la Guardia Nacional que actualmente patrullan el Capitolio.
Desde el asalto del 6 de enero a la sede del Congreso federal por simpatizantes del entonces presidente Donald Trump, los miembros de ese cuerpo protegen la instalación y una alta cerca se levantó para extender el perímetro de seguridad.
"Esta decisión se tomó después de una profunda revisión de la solicitud y de considerar su potencial impacto en la disponibilidad”, dijo el Pentágono en un comunicado.
Añadió que durante los próximos dos meses, el Pentágono trabajará con la Policía del Capitolio, que fue la que hizo la solicitud, para reducir la presencia de las tropas “según lo permitan las condiciones”.
Algunos funcionarios de defensa, que hablaron en condición de anonimato, dijeron que no estaban al tanto de datos de inteligencia que hicieran necesaria una presencia militar tan elevada alrededor del Capitolio.
Los fiscales federales han acusado a más de 300 personas por su participación en el asalto del 6 de enero, que dejó cinco muertos, entre ellas un agente de la policía. Entre los arrestados hay miembros de grupos de milicias armadas como los Oath Keepers y los Three Percenters.
Un reporte revelado el lunes recomendó el uso de “cercas móviles” para proteger el Capitolio y exhortó a la creación de una fuerza de respuesta rápida en Washington, al tiempo que evaluó que la Policía del Capitolio estaba mal preparada para el ataque.
Aunque hubo preocupaciones de que extremistas de derecha intentaran lanzar otro asalto al Capitolio la semana pasada, solo un pequeño grupo de seguidores de la teoría de conspiración QAnon se reunieron en Washington.
