Un anuncio formal de la reapertura de la frontera de 8.891 kilómetros entre Estados Unidos y Canadá se espera en cualquier momento. La frontera está cerrada para todos los viajes no esenciales desde marzo de 2020 debido a la pandemia de COVID-19.
Según el Departamento de Estado de EE. UU., antes de la pandemia un promedio de 400.000 personas cruzaban el límite diariamente, así como un comercio de alrededor de 2.000 millones de dólares diarios.
El gobierno del primer ministro canadiense Justin Trudeau ha señalado que la reapertura será gradual y sujeta a restricciones.
Kelley Lee, profesora de salud global de la Universidad Simon Fraser en Vancouver, espera que las personas que viajen para propósitos no esenciales sean separadas en cuatro categorías, basadas en su condición de inmunización.
“Serán los totalmente vacunados, parcialmente vacunados, no vacunados y las personas que estuvieron infectadas y tienen alguna inmunidad natural”, dijo Lee.
Para ella lo mejor sería un pasaporte de vacunación, algo que para algunos es engorroso y para otros objetable.
Goldy Hyder, presidente y director ejecutivo del Consejo Comercial de Canadá, dice que mientras más personas se vacunan más crece la presión sobre el gobierno para permitir más viajes.
"Hay un mecanismo actuando psicológicamente en la mente de los canadienses”, dijo Hyder. “Y pienso que han pasado del miedo a la esperanza, y quieren saber cuáles son los beneficios de estar completamente vacunados. De modo que la primera reacción del gobierno pienso que será tímida, pero creo que se van a mover con mayor rapidez porque se percatarán que están quedando a la zaga del público en este asunto”.
A Hyder no le gusta el término “pasaporte de vacunación” porque tiene diferentes connotaciones y no sería como un documento de viaje tradicional. También cree que cualquier cosa que se implemente no debe discriminar a los que consideran que vacunarse tiene riesgos de salud.
Una industria que siempre ha dependido de los pasaportes tradicionales es el turismo, muy afectado durante la pandemia.
Walt Judas, director ejecutivo de la Asociación de la Industria Turística de la Columbia Británica, dice que cualquier tipo de reapertura definitiva de la frontera es bienvenida, incluso si se hace gradualmente.
"Esta reactivación mensual ha sido perniciosa. Y tantos negocios han fracasado o están en terapia intensiva por su causa. No pueden planificar, tienen que cancelar a sus clientes, tienen que ofrecer reembolsos. Ellos dependen casi exclusivamente de las visitas internacionales y no tener un plan los ha afectado a largo plazo”.
Hasta el 11 de junio, el gobierno canadiense dijo que más del 70 por ciento de los adultos habían recibido al menos una dosis de una vacuna contra COVID-19 y poco más del 9% estaban totalmente vacunados.
La frontera entre Estados Unidos y Canadá tiene 117 cruces legales.
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