La ola invernal, que azotó el fin de semana a los estados del sur de Estados Unidos, comenzó este jueves a desplazarse hacia el noreste del país, afectando primero a zonas de Maryland y Virginia, y la ciudad de Washington D.C.
El Servicio Meteorológico pronosticó de 7 a 15 centímetros de nieve en Washington y hasta medio centímetro de hielo, con temperaturas de 0 grados centígrados.
Una segunda tormenta invernal azotó el miércoles el sur de Estados Unidos, incrementando las dificultades de millones de personas que llevan días bajo un manto de nieve que ha paralizado las actividades y congelado a una región no acostumbrada al frío con las temperaturas más bajas en décadas.
Extensos cortes de electricidad en Oklahoma, Arkansas, Louisiana, Misisipi, y principalmente en Texas, mantienen a grandes sectores de la población en riesgo de hipotermia y otros problemas derivados de la falta de energía, como el acceso a los alimentos y contaminación del agua potable.
La situación más grave se ha concentrado en Texas, donde más de 3 millones de personas estaban aún sin electricidad después de varios días de temperaturas extremas que congelaron los oleoductos, los gasoductos y los molinos eólicos que generan la mayor parte de la energía local.
Las autoridades en Texas ordenaron a 7 millones de personas, una cuarta parte de la población del segundo estado más grande de la nación, hervir el agua potable antes de beberla.
El gobernador de Texas, Greg Abbott, y funcionarios a cargo del sistema de energía del estado dijeron que hubo adelantos el miércoles para restaurar el servicio y pronto los apagones serán menos frecuentes.
La secretaria de prensa de la Casa Blanca, Jen Psaki, informó que la Agencia Federal de Administración de Desastres (FEMA) suministraría generadores de emergencia a Texas se preparaba para enviar combustible diésel.
Más de 30 personas han muerto a consecuencia de las tormentas desde el fin de semana pasado y algunas tratadas por inhalación de monóxido de carbono tras usar generadores o abrigarse en sus automóviles para calentarse.
Los meteorólogos han pronosticado que las temperaturas comenzarán a subir en el sur a partir del viernes, pero ahora toca al este de EE.UU. prepararse para el frío que se encamina a su región.
El Servicio Nacional de Meteorología emitió alertas de tormenta invernal a una franja de 2.300 kilómetros que se extiende desde Texas hasta Massachusetts, con pronósticos de nevadas y lluvia congelada.