La depresión tropical Sally, que tocó tierra el miércoles como huracán de categoría 2 en Alabama, amenazaba este jueves con más lluvias e inundaciones a sectores de los estados de Georgia y las carolinas, después de dejar bajo el agua a grandes zonas de la costa del Golfo de México de Estados Unidos.
La tormenta convirtió las calles en ríos, arrancó tejados, cortó el suministro eléctrico a cientos de miles de personas y dejó un muerto a su paso por el sur de Alabama y el noroeste de la Florida.
Algunas parte de la costa quedaron inundadas con más de 60 centímetros de lluvia, empeoradas con el lento movimiento de la tormenta. La comunidad de Pensacola, en la Florida, experimentó inundaciones de un metro y medio, que dañaron y carreteras y puentes.
Una sección del Puente de la Bahía de Pensacola, también conocido como el “Puente de las tres millas”, se desplomó durante la tormenta, confirmó el gobernador de la Florida, Ron DeSantis, en una conferencia de prensa.
"Cuatro meses de lluvia cayeron en cuatro horas”, dijo a la cadena CNN el jefe de bomberos de Pensacola, Ginny Cranor.
Más de medio millón de casas y negocios estaban sin electricidad.
DeSantis advirtió a residentes y visitantes en zonas inundadas que se esperaba que los aguaceros más al norte provocaran desbordamientos en los ríos de la franja noreste del estado en los próximos días.
Sally tocó tierra en Gulf Shores, Alabama, con vientos de 169 kilómetros por hora y marejadas que destrozaron los muelles de la zona.
El Centro Nacional de Huracanes informó en su parte meteorológico de las 4:00 de la mañana que Sally se encontraba a unos 80 kilómetros al sureste de Montgomery, Alabama, y se movía hacia el noreste a 12 kilómetros por hora.
Los meteorólogos advirtieron que la depresión seguiría volcando intensas lluvias sobre el este de Alabama y el centro y el este de Georgia.