Funcionarios de salud del estado de Wisconsin abrieron un hospital de campaña el miércoles en los predios de la feria estatal, cerca de Milwaukee para atender un creciente número de casos de COVID-19 que amenaza con abrumar los hospitales.
El hospital, de 530 camas, fue construido por el Cuerpo de Ingenieros del Ejército en abril por solicitud del gobernador Tony Evers. Líderes locales habían advertido sobre la posibilidad de que los hospitales locales se vieran abrumados, pero las hospitalizaciones no alcanzaron el punto que haría necesario el hospital de campaña, hasta ahora.
Sólo 16% de las 11.452 camas de los hospitales estatales estaban disponibles el martes por la tarde según el Departamento de Servicios de Salud. El número de pacientes de COVID-19 hospitalizados alcanzó 853, el saldo más alto durante la pandemia, con 216 personas en cuidados intensivos.
"Esta instalación alternativa de atención médica reducirá alguna de la presión sobre nuestro sistema de salud, mientras aumenta la oferta de cuidado para las personas con COVID-19”, dijo el gobernador Evers.
El repunte en casos ha sido atribuido a la reapertura de universidades y colegios, así como al rechazo de la gente a usar mascarillas y a respetar el distanciamiento personal. Wisconsin está catalogado como el tercer estado a nivel nacional en nuevos casos per capita, haciéndolo uno de los lugares de mayor contagio.
Unos 31.000 pacientes de coronavirus están hospitalizados a nivel nacional, según el Proyecto de Monitoreo del COVID-19.
El hospital, que está diseñado a ofrecer cuidado de bajo nivel, solo aceptará pacientes que han sido hospitalizados en otros lugares por entre 24 a 48 horas, según el Departamento de Administración de Wisconsin. Los pacientes que califiquen serán transportados al hospital de campaña por ambulancia. El hospital no aceptará a pacientes que lleguen por su cuenta.
El hospital contará con los servicios de voluntarios, trabajadores estatales, y miembros de la Guardia Nacional de Wisconsin.
Varios otros estados se apresuraron en instalar hospitales de campaña en las etapas iniciales de la pandemia, a un enorme costo financiero, solo para enterarse que no tenían mucho uso y muchos fueron clausurados.
