Harry Harris, el embajador de Estados Unidos en Corea del Sur, dice que Washington ha disminuído sus demandas sobre cuánto debería pagar el país asiático por el costo de la presencia militar estadounidense, pero dice que aún existe una brecha por resolver y que “el tiempo es de extrema importancia”.
“Tenemos aún algo de tiempo, pero no mucho”, dijo Harris el jueves, un día después de la sexta ronda de negociaciones sobre los costos militares, la cual concluyó sin alcanzar acuerdos.
Por segundo año consecutivo, negociadores de Estados Unidos y Corea del Sur no han logrado alcanzar un acuerdo antes que se venciera el previo acuerdo al final del año. Ambos bandos esperan alcanzar un arreglo retroactivo que cubra las semanas entre ambos acuerdos.
El Ministerio de Relaciones Exteriores de Seúl, dijo el jueves que ambos bandos ampliaron su entendimiento mutuo durante la última ronda de negociaciones, pero que aún hay diferencias.
En declaraciones en su residencia a corresponsales extranjeros, Harris dijo que el jefe negociador estadounidense ha reducido el techo de cuánto debería pagar Seúl por la presencia de 28.500 militares.
“Él ya ha cedido, así ahora esperamos que los coreanos hagan los mismo”, dijo Harris.
Estados Unidos, se ha informado, le pidió a Corea del Sur que quintuplique el monto que paga, lo cual habría sido rechazado por Seúl por no considerarse “razonable”.
El problema ha creado una incómoda diferencia en una alianza de casi 70 años que ambos bandos caracterizan como de acero. Las encuestas indican que los sudcoreanos abrumadoramente rechazan la demanda estadounidense pero que aún respaldan la alianza y quieren que las tropas estadounidense permanezcan en su país.
“Yo le pongo atención a la opinion púbica sudcoreana, es importante”, dijo Harris. Sin embargo, insistió en que no hay evidencia que la demanda sea dañina para la relación en general.
“Las demandas financieras sólo son dañinas si no logramos llegar a un acuerdo”, agregó Harris.
A inicios de esta semana, el president Moon Jae-in dijo que que Corea del Sur debe contribuir un “monto justo y razonable”, señalando que cualquier eventual acuerdo necesitará ser aprobado por la Asamblea Nacional sudcoreana.
Las demandas de Trump
El año pasado Estados Unidos y Corea del Sur no lograron llegar a un acuerdo sino hasta inicios de febrero. Seúl eventualmente acordó pagar 925 millones de dólares, un incremento del 8% en relación al año anterior.
Ese acuerdo sin embargo era sólo por un año y no por cinco, como el acuerdo anterior, lo cual indica que el tema continúa siendo irritante para ambos bandos.
El presidente Donald Trump ha criticado con frecuencia a Corea del Sur por pagar lo que él considera un monto inadecuado por la protección estadounidense. En Seúl, mucha de la molestia pública ha sido dirigida hacia el embajador Harris.
En octubre, un grupo de manifestantes antiestadounidenses irrumpieron en el complejo residencial de Harris, portando carteles de protesta contra las negociaciones sobre los costos militares.
Pequeños grupos de manifestantes se han congregado también en las afueras de la embajada estadounidense. Durante por lo menos una de esas protestas, los manifestantes arrancaron los pelos del bigote a un rótulo con el rostro de Harris.
Harris defiende su bigote
El bigote de Harris generó titulares internacionales el mes pasado, cuando un periodista sudcoreano le preguntó al embajador Harris si estaría dispuesto a rasurarse el bigote para mejorar las relaciones con los sudcoreanos. El reportero del diario The Korea Times dijo que algunos sudcoreanos relacionan los bigotes con los antiguos colonizadores japoneses, muchos de los cuales usaban bigote y barba.
Harris rechazó la idea, señalando que muchas de las figuras independentistas de Corea del Sur tambien usaban bigotes. “Es una lectura caprichosa de la historia”, dijo Harris, cuya madre era japonesa.
Algunos sudcoreanos han criticado en las redes sociales la ascendencia japonesa de Harris, lo cual fue lamentado por el embajador.
“Tomar esa parte de la historia y cargármela a mi cuenta por un simple accidente de nacimiento creo que es un error”, dijo Harris.
“No me dejé crecer el bigote por mi herencia japonesa, por el movimiento independentista coreano, o ni siquiera por mi papá (que también usaba bigote)”, dijo Harris. “Lo hice porque podía hacerlo. Y lo hice. Tan sencillo como eso”.
Harris, que ha intentado tomar el tema a la ligera, repartió bigotes postizos a los reporteros durante una comparecencia con los medios y brevemente posó con un bigote falso.
“No pude crecer pelo en la parte de arriba de mi cabeza, pero podia crecerlo en la parte delantera”, dijo Harris, de 63 años. “Así que lo hice”.