La marcha de los valientes, así fue denominada la actividad de calle encabezada el domingo por el movimiento estudiantil en la capital venezolana para rechazar la escasez de productos, la inseguridad, exigir la liberación de compañeros detenidos y denunciar violaciones a sus derechos humanos.
Los jóvenes también mostraron apoyo al ex comisario Iván Simonovis, quien por petición de sus familiares decidió levantar la huelga de hambre que mantenía desde el pasado miércoles para exigir respuesta a su petición de medida humanitaria, que una vez más fue rechazada.
Los estudiantes pasaron la noche encadenados y en ayunas hasta las 6 de la mañana de este lunes en solidaridad con Simonovis.
Carlos Vargas, dirigente de la Universidad Católica Andrés Bello, insistió en que el gobierno intenta fomentar el miedo.
“Estamos desnudos frente a las injusticias, frente a la opresión y a los abusos de los que cercenan hoy los derechos humanos en Venezuela. Por esa razón estamos encadenados, el mensaje del movimiento estudiantil hoy es ese, rompamos las cadenas que dividen a esta Venezuela y unámonos todos en defensa de esos valores, por eso lucha este movimiento estudiantil”, dijo Vargas.
Simonovis, de 54 años, fue sentenciado a 30 años de cárcel tras ser condenado por participar en el asesinato de cuatro manifestantes durante una marcha que desató un breve golpe contra Hugo Chávez en el 2002.
El anuncio se produjo un día después que se conoció la decisión del Tribunal Primero de Ejecución del estado central de Aragua, el cual no le concedió por cuarta ocasión la solicitud de salir de la cárcel por considerar que se encuentra en "buenas condiciones físicas".
Su esposa Bony Pertiñez confirmó a la agencia Reuters que Simonovis ya estaba comiendo de nuevo. "No quiero a un héroe muerto, sino a un esposo vivo", dijo ella a medios locales.
Durante la tarde del domingo, por varias horas manifestantes bloquearon la autopista Prados del Este provocando fuerte congestión vehicular. Un auto fue incendiado y las fuerzas de seguridad dispersaron la protesta.
Los jóvenes también mostraron apoyo al ex comisario Iván Simonovis, quien por petición de sus familiares decidió levantar la huelga de hambre que mantenía desde el pasado miércoles para exigir respuesta a su petición de medida humanitaria, que una vez más fue rechazada.
Los estudiantes pasaron la noche encadenados y en ayunas hasta las 6 de la mañana de este lunes en solidaridad con Simonovis.
Carlos Vargas, dirigente de la Universidad Católica Andrés Bello, insistió en que el gobierno intenta fomentar el miedo.
“Estamos desnudos frente a las injusticias, frente a la opresión y a los abusos de los que cercenan hoy los derechos humanos en Venezuela. Por esa razón estamos encadenados, el mensaje del movimiento estudiantil hoy es ese, rompamos las cadenas que dividen a esta Venezuela y unámonos todos en defensa de esos valores, por eso lucha este movimiento estudiantil”, dijo Vargas.
Simonovis, de 54 años, fue sentenciado a 30 años de cárcel tras ser condenado por participar en el asesinato de cuatro manifestantes durante una marcha que desató un breve golpe contra Hugo Chávez en el 2002.
El anuncio se produjo un día después que se conoció la decisión del Tribunal Primero de Ejecución del estado central de Aragua, el cual no le concedió por cuarta ocasión la solicitud de salir de la cárcel por considerar que se encuentra en "buenas condiciones físicas".
Su esposa Bony Pertiñez confirmó a la agencia Reuters que Simonovis ya estaba comiendo de nuevo. "No quiero a un héroe muerto, sino a un esposo vivo", dijo ella a medios locales.
Durante la tarde del domingo, por varias horas manifestantes bloquearon la autopista Prados del Este provocando fuerte congestión vehicular. Un auto fue incendiado y las fuerzas de seguridad dispersaron la protesta.
