El primer ministro griego, George Papandreou, se reunió en París con el presidente de Francia, Nicolas Sarkozy, para conversar acerca de la crisis financiera de su país.
Sarkozy dijo que el primer ministro griego se comprometió a llevar a cabo reformas difíciles para su país, a pesar de las protestas callejeras y el rechazo de la opinión pública, según la agencia AP.
"Le dije al presidente Sarkozy que cualquier país que lo desee puede enviar expertos a ver lo que hacemos... a ver los sacrificios que está haciendo el pueblo griego para cambiar su país", dijo por su parte Papandreou.
Sarkozy aseguró que Europa apoyará a Grecia, porque su fracaso representaría "el fracaso de toda Europa".
Los auditores del Fondo Monetario Internacional, el Banco Central de Europa y la Unión Europea están en Atenas para analizar los esfuerzos de Grecia para reducir su enorme deuda.
Los inspectores determinarán si Grecia debe recibir la sexta entrega del rescate, que asciende a $11.000 millones de dólares, del total de $159.000 millones de dólares que se le otorgó en 2010.
Grecia espera que Europa autorice la ampliación del fondo de rescate para ayudar a los países de la eurozona endeudados.
Austria será el próximo en votar la nueva ley de ampliación a $593.000 millones de dólares, que supone una dura prueba para la economía europea.
Con el sí de los otros 13 países que deben votar la nueva legislación, Austria se convirtió en el catorceavo país de las 17 naciones que usan el euro en dar la palabra final.
La aprobación de Austria es crucial en este momento en el que algunos expertos financieros opinan que el fondo debe ser de varios miles de millones de dólares mayor de lo que se ha previsto para cubrir los posibles futuros rescates de los gobiernos más débiles.
Malta y Países Bajos también tienen que votar sobre el fondo ampliado, sin embargo, Eslovaquia se presenta como el único obstáculo restante.
La coalición gobernante en el país de Europa central está dividida sobre el nuevo soporte a los problemas financieros de Grecia para evitar un incumplimiento de su plan de rescate del año pasado.
Sin los nuevos fondos, Grecia dice que podría pagar sus préstamos en octubre, lo que podría socavar la estabilidad del euro y perturbar de nuevo los mercados financieros mundiales.
Al trabajar sobre el contagio de la deuda europea, el continente también se enfrenta al aumento de los precios de consumo. Un nuevo informe señala que la inflación alcanzó el 3% en septiembre, muy por encima del objetivo del BCE, de apenas por debajo del 2%.