Mientras Nicolás Maduro designó nuevos directivos y anunció una reestructuración de la estatal Petróleos de Venezuela (PDVSA), extrabajadores de la petrolera acudieron a la sede de las Naciones Unidas en Caracas para solicitar mediación por salarios atrasados desde 2007.
Los petroleros aseguraron que la deuda que tiene el gobierno en disputa afecta a 9.200 familias. Uno de los manifestantes, Oswaldo Torrealba, con un avanzado cáncer en el ojo, indicó que espera el pago para poder costear el tratamiento que necesita para sanar su visión.
“He ido a todas partes, al hospital militar, al Palacio de Miraflores, a la Asamblea, nadie responde, tienen fotos mías (…) todos los días me siento muy mal, un gran malestar. ¿Qué le puedo decir de mi ojo? Lo puedo perder, tenemos una esperanza de que nos paguen esa deuda”, indicó Torrealba.
Yaritza Acuna, viuda de uno de los trabajadores de la estatal indicó que continuará en su lucha por su "reclamo".
“Es un dinero que nos pertenece, él trabajó durante años y obviamente tenemos derecho de venir a reclamar ese pago de mi esposo. Hemos pasado verdaderamente una lucha de sobrevivencia”, aseguró Acuna.
Entre tanto, el presidente en disputa Nicolás Maduro, en un encuentro con otros trabajadores de la industria petrolera, prometió respetar todos los acuerdos laborales, al tiempo que desplazó la responsabilidad por la situación de PDVSA.
“Declaro la emergencia energética de la industria de hidrocarburos a los fines de adoptar las medidas urgentes y necesarias para garantizar la seguridad energética nacional y proteger a la industria de la agresión imperialista”, señaló.
El gobernante removió este martes a cuatro vicepresidentes de la directiva de la petrolera, pero mantiene a su presidente, el mayor general Manuel Quevedo.