Ocho exjugadores de la NFL demandaron a la liga estadounidense de fútbol americano por proporcionales drogas y peligrosos analgésicos, que eran suministrados sin control o advertencia para adormecer sus lesiones durante los partidos.
Según los demandantes, con el paso del tiempo, las drogas provocaron repercusiones. Agregaron que nunca fueron advertidos acerca de quebraduras de piernas o tobillos que sufrieron durante sus carreras y, en cambio, recibieron pastillas o inyecciones para aliviar los dolores.
Entre los demandantes se encuentran Richard Dent, Keith Van Horne y Jim McMahon, de los Osos de Chicago campeones de 1985.
El portavoz de la NFL, Brian McCarthy, dijo en Atlanta que todavía no han visto la demanda y no han tenido oportunidad de revisarla.
El abogado de los exjudadores, Steven Silverman, dijo que "la NFL sabía de los efectos debilitadores de estas drogas en todos sus jugadores" y la acuso de esconder los problemas "por la obsesión de que volvieran pronto al campo de juego", dijo Steven Silverman.
McMahon aseguró en la demanda que sufrió una fractura de cuello y tobillo durante su carrera, pero en lugar de descansar, recibió medicamentos y regresó al campo.
El ex quarterback también se volvió adicto a los analgésicos y, según la demanda, llegó a tomar más de 100 píldoras de antinflamatorios al mes.
Según los demandantes, con el paso del tiempo, las drogas provocaron repercusiones. Agregaron que nunca fueron advertidos acerca de quebraduras de piernas o tobillos que sufrieron durante sus carreras y, en cambio, recibieron pastillas o inyecciones para aliviar los dolores.
Entre los demandantes se encuentran Richard Dent, Keith Van Horne y Jim McMahon, de los Osos de Chicago campeones de 1985.
El portavoz de la NFL, Brian McCarthy, dijo en Atlanta que todavía no han visto la demanda y no han tenido oportunidad de revisarla.
El abogado de los exjudadores, Steven Silverman, dijo que "la NFL sabía de los efectos debilitadores de estas drogas en todos sus jugadores" y la acuso de esconder los problemas "por la obsesión de que volvieran pronto al campo de juego", dijo Steven Silverman.
McMahon aseguró en la demanda que sufrió una fractura de cuello y tobillo durante su carrera, pero en lugar de descansar, recibió medicamentos y regresó al campo.
El ex quarterback también se volvió adicto a los analgésicos y, según la demanda, llegó a tomar más de 100 píldoras de antinflamatorios al mes.