Fabricantes estadounidenses y extranjeros de automóviles y entusiastas de vehículos clásicos expresaron su oposición al plan del presidente Donald Trump de imponer aranceles a las importaciones automovilísticas y de piezas de coches.
La Asociación Nacional de Fabricantes dio a conocer en un documento presentado el pasado viernes, 29 de junio, ante el Departamento de Comercio que el plan de aranceles “pondría el sector automovilístico estadounidense en desventaja, afectando el crecimiento y la creación de empleos en Estados Unidos”.
Toyota Motor North America señaló que los aranceles “tendrían un impacto negativo en todos los productores, aumentando el costo de los vehículos importados y los vehículos producidos nacionalmente que necesitan piezas del extranjero”, como los Camry que la compañía produce en el estado Kentucky.
El viernes se venció el plazo para comentarios del público sobre el llamado de Trump al Congreso para que investigue si las importaciones de autos representan una amenaza tan grande a la seguridad nacional estadounidense como para justificar la imposición de aranceles.
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