H. Ross Perot, el multimillonario texano que estremeció la política estadounidense en la década de 1990 como candidato independiente en dos campañas presidenciales, en las que logró concitar la atención de los votantes desencantados, murió el martes a los 89 años, anunció su familia.
Ross Perot, el empresario pionero y amado esposo, hermano, padre y abuelo, falleció temprano el martes en su casa de Dallas", dijo la familia en un comunicado.
La fortuna de Perot fue estimada en 4.100 millones de dólares por la revista Forbes en abril de 2019.
Perot era un vendedor por naturaleza y amasó una fortuna con los servicios informáticos, pero como político era bastante poco convencional. Era bajo, tenía unas grandes orejas de las que se reía él mismo y hablaba una rústica jerga texana. Era directo y asertivo y su éxito en los negocios le acostumbró a salirse siempre con la suya.
Era tan entusiasta que cuando dos de sus empleados fueron encarcelados en Irán en 1978 organizó un equipo de comandos con sus empleados y contrató a un excoronel de los Boinas Verdes para liberarlos.
Entró como independiente en la carrera presidencial de 1992 y se encontró rápidamente con el favor de muchos compatriotas molestos con republicanos y demócratas. El pilar de su campaña fue la reducción del déficit gubernamental, un asunto al que llamaba "la tía loca del sótano" de la que nadie quiere hablar.
Cinco meses antes de los comicios, un sondeo de Gallup le colocó de líder con un 39% de las preferencias, frente al 31% del presidente republicano George H.W. Bush y el 25% del demócrata Bill Clinton.
Sin embargo, sorprendió a todos retirándose de la carrera para volver a entrar semanas después, logrando finalmente un respetable 19% de los votos, detrás del 43% de Clinton y el 37,5% de Bush. En las elecciones de 1996 fundó el Partido Reformista y obtuvo apenas el 8% del voto popular.
