La guerrilla de las FARC propuso legalizar en Colombia los cultivos de hoja de coca, marihuana y amapola, planta que se utiliza para fabricar el opio.
La propuesta figura entre otras formuladas en el diálogo de paz que tiene lugar en La Habana entre el gobierno de Colombia y el grupo guerrillero, al que expertos consideran el mayor cartel de las drogas en ese país.
El grupo subversivo pidió poner fin a “la política de criminalización y persecución” en las comunidades que se dedican a cultivar esos narcóticos, que durante años han sido identificados como fuente de financiamiento de las FARC.
El tema de los estupefacientes aparece incluido como parte de un documento titulado "Ocho propuestas mínimas para el ordenamiento social y ambiental" de Colombia, que además aborda a la concesión de títulos mineros y la explotación petrolera en la nación suramericana.
Según la guerrilla, el gobierno colombiano debe "suspender las aspersiones aéreas y otras formas de erradicación ( de las drogas) que están generando impactos negativos socioambientales y económicos".
Las FARC sostienen en el documento que los cultivos de marihuana, amapola y coca deben legalizarse “con fines terapéuticos y medicinales, de uso industrial, o por razones culturales".
De acuerdo con el Centro de Estudios sobre Seguridad y Drogas de la Universidad de los Andes en Bogotá, la guerrilla de las FARC controla el 60 por ciento del negocio del narcotráfico en Colombia.
La propuesta figura entre otras formuladas en el diálogo de paz que tiene lugar en La Habana entre el gobierno de Colombia y el grupo guerrillero, al que expertos consideran el mayor cartel de las drogas en ese país.
El grupo subversivo pidió poner fin a “la política de criminalización y persecución” en las comunidades que se dedican a cultivar esos narcóticos, que durante años han sido identificados como fuente de financiamiento de las FARC.
El tema de los estupefacientes aparece incluido como parte de un documento titulado "Ocho propuestas mínimas para el ordenamiento social y ambiental" de Colombia, que además aborda a la concesión de títulos mineros y la explotación petrolera en la nación suramericana.
Según la guerrilla, el gobierno colombiano debe "suspender las aspersiones aéreas y otras formas de erradicación ( de las drogas) que están generando impactos negativos socioambientales y económicos".
Las FARC sostienen en el documento que los cultivos de marihuana, amapola y coca deben legalizarse “con fines terapéuticos y medicinales, de uso industrial, o por razones culturales".
De acuerdo con el Centro de Estudios sobre Seguridad y Drogas de la Universidad de los Andes en Bogotá, la guerrilla de las FARC controla el 60 por ciento del negocio del narcotráfico en Colombia.