La Agencia Federal de Manejo de Emergencias (FEMA, por sus siglas en inglés) envió una carta aclarando que el daño causado por tornados el 29 de febrero (2012) a la comunidad de Harrisburg en el estado de Illinois, no constituye un desastre federal.
El gobernador del estado, Pat Quinn, afirmó que ya prepara una apelación para la decisión de FEMA, en donde se le negó la ayuda federal a cinco condados, incluyendo a Harrisburg, donde siete personas perdieron la vida.
"Después de personalmente haber evaluado los daños y hablar con muchos de los residentes que perdieron sus casas, creo firmemente que la asistencia federal es esencial para ayudar a la gente a iniciar el proceso de recuperación", afirmó Quinn en un comunicado.
Los senadores estatales Dick Durbin y Mark Kirk dijeron que la decisión es inaceptable y convocaron a una reunión entre los miembros de la Delegación del Congreso de Illinois y de FEMA para discutir la apelación.
"El daño de las tormentas en el sur de Illinois, está entre los peores que se han visto en nuestro estado en los últimos años", dijeron los senadores en un comunicado, es por eso que "los fondos federales son muy necesarios para ayudar a los residentes afectados y sus familias a reconstruir y vamos a seguir trabajando para ver que estas comunidades se levanten de nuevo”.
Por su parte, el administrador de FEMA, Craig Fugate, declaró que la razón por la que la agencia decidió no apoyar a Illinois es por la gran cantidad de apoyo que tiene por parte de otras fuentes, como “agencias de voluntarios, grupos religiosos y el sector privado, aunados al gobierno local y estatal”.
Mientras tanto, Quinn ha pedido a la oficina de FEMA de Illinois que continúe trabajando con los funcionarios locales de la ciudad "para asegurar que se haga todo lo posible para dar asistencia".
