Buzos surcoreanos continúan buscando 276 personas desaparecidas después que un transbordador zozobrara cerca de la costa occidental de Corea del Sur.
Funcionarios de la guardia costera confirmaron este jueves que 20 personas fallecieron, aunque se anticipa que el número de víctimas aumente rápidamente.
Una fuerte corriente y aguas turbias han impedido hasta ahora que los buzos entren al ferry, que se hundió el miércoles. No está claro si alguien está vivo adentro del barco, que está casi completamente sumergido en aguas con una temperatura de 12 grados Celsius.
El ministro de Seguridad surcoreano y administrador público Kang Byung-kyu, dijo que “555 buzos fueron movilizados para las operaciones de búsqueda y tres grúas partieron para el lugar del accidente. Una grúa llegará por la mañana y las otras dos por la noche”.
Familiares de los pasajeros desaparecidos están furiosos con el gobierno debido a lo que entienden como el lento ritmo del esfuerzo de rescate. Muchos de los familiares criticaron a la presidenta Park Geun-hye, durante una improvisada reunión en la isla de Jindo, cerca del sitio del hundimiento.
Las autoridades no han establecido la causa del desastre, pero algunos supervivientes reportaron haber escuchado un fuerte impacto antes de que la embarcación se volcara hacia un lado y comenzara a hundirse.
También se informó que el capitán del barco fue el primero en abandonar la embarcación y que demoró al menos media hora para dar la orden de evacuación. En una entrevista el capitán solo se limitó a pedir disculpas a los padres y familiares de las víctimas.
Autoridades investigan si podrían levantar cargos criminales contra el capitán.
Funcionarios de la guardia costera confirmaron este jueves que 20 personas fallecieron, aunque se anticipa que el número de víctimas aumente rápidamente.
Una fuerte corriente y aguas turbias han impedido hasta ahora que los buzos entren al ferry, que se hundió el miércoles. No está claro si alguien está vivo adentro del barco, que está casi completamente sumergido en aguas con una temperatura de 12 grados Celsius.
El ministro de Seguridad surcoreano y administrador público Kang Byung-kyu, dijo que “555 buzos fueron movilizados para las operaciones de búsqueda y tres grúas partieron para el lugar del accidente. Una grúa llegará por la mañana y las otras dos por la noche”.
Familiares de los pasajeros desaparecidos están furiosos con el gobierno debido a lo que entienden como el lento ritmo del esfuerzo de rescate. Muchos de los familiares criticaron a la presidenta Park Geun-hye, durante una improvisada reunión en la isla de Jindo, cerca del sitio del hundimiento.
Las autoridades no han establecido la causa del desastre, pero algunos supervivientes reportaron haber escuchado un fuerte impacto antes de que la embarcación se volcara hacia un lado y comenzara a hundirse.
También se informó que el capitán del barco fue el primero en abandonar la embarcación y que demoró al menos media hora para dar la orden de evacuación. En una entrevista el capitán solo se limitó a pedir disculpas a los padres y familiares de las víctimas.
Autoridades investigan si podrían levantar cargos criminales contra el capitán.