El presidente de la FIFA, Sepp Blatter, y su protegido, Michel Platini, fueron expulsados del deporte por conflicto de intereses y otras violaciones relacionadas con un acuerdo de pago de 2 millones de dólares que también es objeto de una investigación penal en Suiza.
La carrera de Blatter en la FIFA termina en desgracia después de más de 17 años como presidente y de 40 años en total con el órgano futbolístico, agobiado por escándalos.
Con el anuncio, muy probablemente terminó también el intento de Platini de relevar a Blatter como presidente de la FIFA en las elecciones del 26 de febrero. Sin embargo, se espera que ambos impugnen las sanciones.
Los jueces del comité dictaminaron que Blatter violó el código de ética de la FIFA en cuanto a conflictos de interés, violación a las normas de lealtad y la oferta de regalos.
Agregaron que Platini violó las normas sobre conflicto de interés y lealtad.
Ambos negaron haber cometido cualquier irregularidad en 2011, cuando Platini recibió 2 millones de dólares en dinero de la FIFA, aprobados por Blatter, como salario sin contrato a cambio de trabajar como asesor presidencial de 1999 a 2002.
Blatter fue multado con 50.000 francos suizos (50.250 dólares) y Platini fue multado con 80.000 francos suizos (80.400 dólares).
Horas después Sepp Blatter apareció desafiante ante periodistas en Zurich, y afirmó que apelaría la decisión ante el Comité de Apelaciones de la FIFA y ante la Corte de Arbitraje de Deportes e insistió en que no ha hecho nada incorrecto.
En un comunicado enviado a la Agencia Francesa de Prensa, Platini negó los cargos y dijo que la situación entera era una "verdadera farsa" y calificó el proceso disciplinario como "patético". Platini afirmó que la decisión fue "contra toda legitimidad y credibilidad".