Tras casi 20 años desde que las fuerzas estadounidenses fueron expulsadas de su mayor base en el Pacífico, las Filipinas estarían considerando la posibilidad de que Estados Unidos regrese para contrarrestar el creciente poder de China.
Según un informe del Washington Post, las Filipinas han mostrado su disposición de recibir barcos estadounidenses, aviones de vigilancia y personal para realizar ejercicios militares de manera conjunta.
Por su parte, el analista del sureste de Asia en la Universidad de New South Wales, Carl Thayer, afirma que el liderazgo filipino está acercándose a EE.UU. para contrarrestar el creciente poderío militar de China y las continuas confrontaciones entre embarcaciones de los dos países en el Mar del Sur de China.
“El nacionalismo filipino se despertó debido a que hay aún más intromisiones desde el año pasado en aguas filipinas y las Filipinas tienen poco en qué basarse para saber lo que está ocurriendo y ni hablar de ejercer jurisdicción”, afirmó Thayer.
La importancia del Mar del Sur de China se centra en lo estratégica que es la zona para los marcos mundiales y se cree que tiene enormes reservas de petróleo y gas. China, las Filipinas, Vietnam, Taiwán, Brunei y Malasia reclaman partes de esas aguas.