Georgia declaró estado de emergencia el miércoles luego que los meteorólogos advirtieran de lluvias torrenciales en el estado sureño después de que el huracán Florence azote las Carolinas con lo que un funcionario de manejo de emergencias llamó la fuerza de un "golpe de Mike Tyson".
Mientras tanto, el Centro Nacional de Huracanes (NHC) dijo que los vientos máximos sostenidos de Florence se habían aliviado levemente y que había sido degradado a categoría 3 de una categoría 4 en la escala de cinco niveles Saffir-Simpson.
El NHC enfatizó, sin embargo, que si bien se espera un debilitamiento lento en las próximas 24 horas, "se prevé que Florence sea un huracán muy peligroso cuando se acerque a la costa estadounidense el jueves y el viernes".
Más de 10 millones de personas están bajo advertencia y avisos de huracán en las Carolinas y Virginia, dice el Servicio Nacional de Meteorología.
El presidente Donald Trump dijo que el gobierno está totalmente preparado para Florence pero exhortó a las personas que "se salgan de la ruta" de la tormenta, de acuerdo con un mensaje videograbado que difundió la Casa Blanca.
"No jueguen con ella. Es enorme", agregó.
El NHC dijo que Florence se mantendrá en el mar frente a la costa meridional de Carolina del Norte desde el jueves en la noche y tocará tierra el sábado en la mañana más o menos, casi un día más respecto del pronóstico inicial.
La trayectoria también cambió un poco hacia el sur y el oeste, situación que pone a Georgia en peligro a medida que Florence se desplace tierra adentro.
El gobernador de Georgia, Nathan Deal, declaró el miércoles el estado de emergencia debido a la previsión de que la tormenta cambió su ruta más hacia el suroeste. Pidió a las personas que oren por aquellas que están en la ruta de Florence. Las Carolinas y Virginia declararon emergencia durante la semana.
En general es una "noticia excepcionalmente mala", dijo el investigador de huracanes de la Universidad de Miami, Brian McNoldy, ya que "cuando toque tierra afectará cientos de kilómetros de costa, principalmente una marejada ciclónica".
A las 2 de la tarde, el vórtice de la tormenta categoría 3 se ubicaba a 700 kilómetros (435 millas) al sureste de Wilmington, avanzaba a 26 km/h (16 mph). Posiblemente descargue entre 30 y 90 centímetros (entre 1 y 3 pies) de lluvia en diversos lugares, suficiente para causar inundaciones catastróficas tierra dentro y también un desastre ambiental si se anegan los numerosos vertederos industriales y depósitos de estiércol de cerdo en la región.
Olas de 25,6 metros (84 pies) de altura fueron medidas cerca del ojo de Florence, dijo el centro de huracanes en un tuit. Pero eso ocurría en el océano abierto, donde mayor profundidad implica olas más altas.
"No será un golpe de refilón", advirtió Jeff Byard, un administrador de la Agencia Federal para el Manejo de Emergencias (FEMA por sus siglas en inglés). "Va a ser un golpe con la potencia de Mike Tyson contra la costa de Carolina".
Para el martes, 1,7 millones de personas en Carolina del Norte, Carolina del Sur y Virginia habían recibido el aviso de que abandonaran la costa, mientras que otras alertas y avisos de huracán abarcaban una zona de 5,4 millones de habitantes. Miles de vehículos y camionetas llenas de personas y pertenencias se alejaban de la costa tierra adentro.
No obstante, la base Camp Lejeune de la Infantería de Marina en Carolina del Norte, no emitió una orden de evacuación para sus oficiales, según informó Bussiness Insider.
“Lejeune ha soportado incontables eventos de clima destructivo en sus más de 77 años de historia y resistiremos a las fuertes condiciones que vienen”, dijo el comandante de la base, general de brigada Julian D. Alford en un comunicado en Facebook.
No obstante, miles de marines salieron de la base debido a que el personal no esencial fue liberado del servicio y no se sabe con exactitud cuántas personas permanecen allí.
Para más información sobre el huracán Florence, siga nuestro blog: VOA detrás del huracán Florence.