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Inmigrantes indígenas reciben apoyo de activistas por huracán Dorian


Natividad Jiménez, una voluntaria en el Centro Guatemalteco-Maya en Florida, escucha un mensaje que grabó en un antiguo dialecto maya para pedir a los inmigrantes que se preparen y sigan órdenes de evacuación por el huracán Dorian. AP/Adriana Gómez.
Natividad Jiménez, una voluntaria en el Centro Guatemalteco-Maya en Florida, escucha un mensaje que grabó en un antiguo dialecto maya para pedir a los inmigrantes que se preparen y sigan órdenes de evacuación por el huracán Dorian. AP/Adriana Gómez.

Activistas pro-inmigración en Lake Worth, Florida, trabajan para ayudar a los miles de inmigrantes indígenas de Centroamérica en el estado amenazado por el huracán Dorian.

Mensajes grabados en tres diferentes lenguas indígenas con instrucciones para aprovisionarse de agua, dinero y gasolina y seguir las órdenes de evacuación, son enviados por texto y transmitidos con bocinas en vehículos de los bomberos en áreas de casa móviles y comunidades de bajos recursos en Lake Worth, Florida, muy cerca de Mar-A-Lago, el complejo turístico exclusivo del presidente Donald Trump, que le sirve como residencia de invierno.

Natividad Jiménez, una guatemalteca que habla el dialecto Mam de indígenas de su país, grabó uno de los mensajes. Ella dice que "muchos guatemaltecos viven en casas móviles, y por más que uno les diga que busquen refugio, a veces no lo hacen. Quizás ver el carro de bomberos ayude".

En los últimos días desde que se declaró la emergencia por el huracán en Florida, los residentes del estado se han aprovisionado de gasolina para los generadores portátiles y de agua para beber y cocinar.

Pronósticos más recientes sugieren que la tormenta no golpeará a toda la península, pero afectará la costa este con una peligrosa marejada. Pero comunidades de playa como Lake Worth siguen estando en el camino del huracán.

Grupos caritativos están preocupados por las poblaciones vulnerables en la costa este, que tienden a tener menos recursos para prepararse en estos casos, como los inmigrantes centroamericanos en Lake Worth y Júpiter, así como personas jubiladas que viven en comunidades a lo largo de la costa y los desamparados que viven en los parques.

Los legisladores también están ayudando, acudiendo a emisoras para pedir a la gente que ayuden a sus familiares ancianos que viven solos para que tomen precauciones por la tormenta.

Los maestros están diciendo a niños inmigrantes que expliquen a sus padres las cosas que deben tener para prepararse antes que llegue el huracán. Tutores que generalmente visitan las casas de alumnos para darles clase, han cambiado sus lecciones para enseñar a esas familias a protegerse del huracán y explicarles la ubicación de refugios y hospitales.

Organizaciones no gubernamentales han abierto un portal en internet para enviar alertas de texto en español y en creol para los haitianos. también han abierto tres lugares para recibir suministros y entregarlos a la gente que necesite después que pase el huracán.

La organización sin fines de lucro Guatemalan-Maya Center, calcula que unos 10.000 de los 20.000 guatemaltecos que viven en el condado de Palm Beach, hablan un dialecto indígena y tienen dificultad para entender el español, idioma que las autoridades de Florida utilizar regularmente junto con el inglés en casos de desastre.

El reverendo Frank O'Loughlin, fundador del Centro Guatemalteco-Maya, dice que las actualizaciones de noticias de CBS o NBC e incluso Univisión y Telemundo, pueden no estar siendo escuchadas.

Uno de los casos destacados en un artículo de AP, es el de Gloria Ramírez, quien vino con su padre desde Huehuetenango, Guatemala, hace dos meses, cruzando la frontera por el Paso, Texas. La chica de 16 años, que está embarazada, viven un apartamento pequeño con su padre y otras familias inmigrantes. Ella no está segura de que tienen hojas de madera prensada para tapar las ventanas.

Ramírez no entiende bien el español y su idioma principal es el mam. Dice que ha sido difícil conseguir suministros y espera que una iglesia cercana pueda ayudarla a obtenerlos.

"Ruego a Dios que podamos encontrar agua", dijo, indicando que no tiene mucho dinero porque ha perdido algunos trabajos de limpieza de casas que tenía. "Algunas veces nos ayudan en mi iglesia. He estado yendo todos los días", dice.

Un voluntario del centro estaba colocando pedazos de cartón a las puertas de vidrio mientras las mujeres hacían fila para pedir ayuda en el centro.

Amalia Godínez, otra inmigrante, llegó con su hijo de 10 meses a la espalda. Dice que le preocupa que se vaya la luz y no poder cocinar para sus tres hijos. Los dos mayores dicen que sus profesores les han dicho que tienen que tener comida enlatada y agua para más de tres días.

"No he podido comprar más comida", dice la mujer que no tiene un trabajo fuera de casa, y agrega "Confío en que Dios está con nosotros después que pase el huracán".

Con información de AP

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