En enero de 2021 el covid-19 puso a miles de hospitales al borde del colapso por el incesante ingreso de pacientes… Florida era uno de los estados más afectados:
((Dadilia Garcés/Médica epidemióloga))
“Porque teníamos una alta tasa de mortalidad y una alta tasa de contagios… nuestros hospitales estaban saturados…”
((TEXTO))
Sólo la introducción de la vacuna marcó un giro en la lucha contra la pandemia. De inmediato, las cifras de muertes comenzaron a disminuir. Pero para julio, estaba claro que no se podía bajar la guardia:
((Dadilia Garcés/Medico epidemióloga))
“Pero ahora un grupo poblacional mucho mas joven estaba completamente expuesto al virus y esto llevo a una alta tasa de hospitalización en los grupos de menores de 30 años”.
A este reto se sumaron las mutaciones del virus, la rebelión de quienes rechazan la vacunación y la politización del tema, que incluso involucró una batalla jurídica por el uso de tapabocas en las escuelas, justo en uno de los estados con niveles más altos de muertes y contagios, Florida:
((Ron Desantis/Gobernador Florida))
“han venido a la junta escolar y me han dicho que les ha resultado muy difícil a sus hijos pequeños tener que sentarse allí durante ocho horas con la mascarilla”.
La politización de la lucha contra el COVID, mantuvo bajo cuestionamiento la evidencia científica. Y justo en los estados donde más se debatieron las medidas, la negativa a la vacunación y a la prevención, se tradujeron en mayor número de muertes y hospitalizaciones:
((José Antonio Cisneros/Médico Bioingeniero))
“Para tomar decisiones que complacen a los votantes o complacen al político y se ha olvidado la razón por la que estas decisiones se tienen que tomar que es la biología”.
Sobretodo porque a finales del 2021, apareció Omicrón, la variante que llegó como una nueva alerta al mundo, de que la lucha contra el COVID, aún no ha terminado.
((JOSE PERNALETE, VOZ DE AMERICA, MIAMI))