El vigilante voluntario que mató de un tiro al joven negro Trayvon Martin el pasado 26 de febrero en Sandford, un suburbio de Orlando en Florida, fue puesto bajo custodia de la policía y la fiscal especial encargada de investigar el caso presentó en su contra este miércoles cargos de asesinato en segundo grado.
George Zimmerman, quien se entregó a la justicia voluntariamente, no había sido arrestado ni acusado formalmente hasta ahora porque alegó que le había disparado al joven de 17 años en defensa propia después de que éste presuntamente lo agredió.
La fiscal Angela Corey dijo que había determinado presentar cargos tras una "difícil" decisión, ignorando las presiones de la comunidad.
El caso desencadenó no sólo protestas en Florida y desató la furia de la comunidad afroamericana en otras partes del país, sino que también ha abierto un agrio debate sobre las leyes que dan derecho a usar un arma de fuego para defenderse.
La decisión de acusar a Zimmerman, de 28 años y de madre hispana, recayó por entero en la fiscal Corey, luego de que ésta fue nombrada por el gobernador del estado, Rick Scott, a cargo de las pesquisas sobre el homicidio.
Corey descartó esta semana que fuese necesario llevar el caso a consideración de un gran jurado y abrió así la posibilidad de encausar directamente a Zimmerman.
Los dos abogados del vigilante anunciaron el martes que se retiraban del caso porque habían perdido contacto con Zimmerman y éste había desoído sus consejos de que no se pusiera en contacto con la fiscal Corey.
En medio de la alarma de que el caso podía provocar estallidos de violencia, el lunes por la noche un auto policial fue acribillado a balazos cuando se hallaba parqueado sin ocupantes en la zona donde residía Martin.
Los padres del joven negro dijeron que la acusación de Zimmerman sólo es el principio de un proceso reparador.
La madre de Martin, Sybrina Fulton, declaró previamente a la agencia AP que ella y su marido no podían "dejar pasar la muerte de su hijo sin que nadie fuese arrestado”.
Según AP, el padre del joven, Tracy Martin, dijo que también será muy importante que el caso tenga como desenlace un fallo de culpabilidad.
George Zimmerman, quien se entregó a la justicia voluntariamente, no había sido arrestado ni acusado formalmente hasta ahora porque alegó que le había disparado al joven de 17 años en defensa propia después de que éste presuntamente lo agredió.
La fiscal Angela Corey dijo que había determinado presentar cargos tras una "difícil" decisión, ignorando las presiones de la comunidad.
El caso desencadenó no sólo protestas en Florida y desató la furia de la comunidad afroamericana en otras partes del país, sino que también ha abierto un agrio debate sobre las leyes que dan derecho a usar un arma de fuego para defenderse.
La decisión de acusar a Zimmerman, de 28 años y de madre hispana, recayó por entero en la fiscal Corey, luego de que ésta fue nombrada por el gobernador del estado, Rick Scott, a cargo de las pesquisas sobre el homicidio.
Corey descartó esta semana que fuese necesario llevar el caso a consideración de un gran jurado y abrió así la posibilidad de encausar directamente a Zimmerman.
Los dos abogados del vigilante anunciaron el martes que se retiraban del caso porque habían perdido contacto con Zimmerman y éste había desoído sus consejos de que no se pusiera en contacto con la fiscal Corey.
En medio de la alarma de que el caso podía provocar estallidos de violencia, el lunes por la noche un auto policial fue acribillado a balazos cuando se hallaba parqueado sin ocupantes en la zona donde residía Martin.
Los padres del joven negro dijeron que la acusación de Zimmerman sólo es el principio de un proceso reparador.
La madre de Martin, Sybrina Fulton, declaró previamente a la agencia AP que ella y su marido no podían "dejar pasar la muerte de su hijo sin que nadie fuese arrestado”.
Según AP, el padre del joven, Tracy Martin, dijo que también será muy importante que el caso tenga como desenlace un fallo de culpabilidad.