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Argentina: Comienza juicio a exdirectivos de Ford por caso dictadura


En esta foto de archivo se ve un Ford Falcon en la entrada al estacionamiento de la fábrica de Ford en Pacheco, en las afueras de Buenos Aires, Argentina, el 22 de mayo de 2014.
En esta foto de archivo se ve un Ford Falcon en la entrada al estacionamiento de la fábrica de Ford en Pacheco, en las afueras de Buenos Aires, Argentina, el 22 de mayo de 2014.

Un exgerente y un exjefe de seguridad de la filial argentina de la automotriz Ford Motor Company comenzaron a ser juzgados el martes por presuntos delitos de lesa humanidad cometidos contra 24 operarios en una planta de la compañía al norte de Buenos Aires durante la última dictadura militar ocurrida entre 1976 y 1983.

Los acusados son Pedro Müller, exgerente de Manufactura, y Héctor Francisco Sibilla, responsable de seguridad de la planta de Ford en la localidad de General Pacheco, suburbio al norte de la capital argentina.

Entre la decena de juicios por los crímenes cometidos durante el régimen, la causa Ford sobresale puesto que se pone bajo investigación la colaboración de empresas con el plan represivo contra disidentes implementado por las Fuerzas Armadas después del golpe de Estado de 1976.

Según la fiscalía, las víctimas __en su mayoría delegados sindicales__ fueron detenidas entre los meses de marzo y agosto de 1976 por el Ejército y torturadas durante varias horas dentro de la planta de Ford. Luego, se trasladó a los trabajadores a comisarías de la zona pero sin dar a conocer su paradero a las familias. Estuvieron en condición de desaparecidos durante más de un mes hasta que fueron legalizados como detenidos y recluidos en diferentes prisiones.

A Müller y Sibilla se los acusa de disponer los medios necesarios para la comisión de dichos crímenes. También es juzgado al exjefe del Cuerpo IV del Ejército, Santiago Omar Riveros, responsable del operativo militar en Ford por delitos de allanamiento ilegal, privación ilegal de la libertad doblemente agravada por violencia y amenazas y tormentos.

“El 24 de marzo, el Ejército, con el general Riveros, que era el jefe, invadieron la fábrica y nosotros estábamos viendo cómo se metían en todos los rincones, y ese mismo día empezaron a levantar compañeros”, relató Pedro Troiani, extrabajador y querellante del juicio, a radio La Imposible.

Relató que “el 13 de abril cae un grupo en el que estaba yo, éramos cinco. A mí me sacan del puesto de trabajo, me esposan adelante de la gente, me pasean por los pasillos, eso era para intimidar a la gente”. Agregó que fueron llevados a un sector del campo de deportes de la empresa y “ahí nos torturan casi 12 ó 15 horas. Fue tremendo”.

“Estamos acá en el borde de ver a esta gente en el banquillo de los acusados y que se defiendan, como nosotros no hemos podido”, afirmó Troiani, quien fue delegado gremial de Ford durante seis años previo a su detención.

En la década de 1970, Ford abasteció al Estado de los Ford Falcon de color verde y otros vehículos que usaban los militares para los operativos de secuestro de disidentes.

The Associated Press envió un mensaje a la oficina de presa de automotriz con sede en Michigan para un comentario sobre el caso pero hasta el momento no obtuvo respuesta. En tanto que los dos exempleados han negado los cargos.

Según organismos de derechos humanos, unos 30.000 disidentes fueron asesinados durante la dictadura. La cifra oficial calcula unos 8.000 en total.

Ford se estableció en Argentina en 1913 y cuenta con más de 4.200 empleados en su planta de Pacheco.

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