El Ministerio de Defensa de Rusia confirmó que la reciente prueba de su nuevo misil estratégico fracasó.
El misil, lanzado desde un submarino en el Mar Blanco, fue probablemente el origen de una luz no identificada que apareció el miércoles sobre el cielo de Noruega.
Fuentes de Defensa informaron que el cohete tuvo fallas de funcionamiento en su tercera fase.
Se trató de la décimo segunda prueba del misil balístico Bulava. Más de la mitad de las pruebas realizadas fallaron. Luego de un reciente fracaso, en julio, el director del instituto de desarrollo de misiles renunció.
El Bulava está diseñado para transportar hasta 10 ojivas nucleares a una distancia máxima de 8.000 kilómetros, y también penetrar escudos de defensa de misiles.
Se trata de la versión con base en el mar del misil ruso Topol-M superficie – superficie, el cual se espera que se convierta en la principal arma de las fuerzas de estrategia de misiles del país.