Equipos de emergencia buscaban supervivientes el lunes y trataban de restablecer los servicios en Mayotte, el territorio de ultramar más pobre de Francia, donde se teme que cientos o incluso miles de personas hayan muerto por el ciclón más potente que ha azotado la isla del océano Índico en casi un siglo.
En todo el territorio, cientos de casas improvisadas quedaron destrozadas y esparcidas, según imágenes de la prensa local y la gendarmería francesa. Un residente comparó la escena con un apocalipsis nuclear.
El ciclón Chido azotó la isla con vientos de más de 200 kilómetros por hora destruyendo casas y dejando al territorio sin comunicaciones, electricidad ni agua potable.
El ministro del Interior en funciones, Bruno Retailleau, declaró que se tardarían días en determinar el alcance total de los daños y las muertes, y subrayó que temía que el número de víctimas fuera "demasiado elevado".
"No podría (...) dar cifras, al menos por el momento. Está claro que la isla está totalmente devastada", dijo Retailleau en una rueda de prensa.
En tanto, el presidente francés, Emmanuel Macron, dijo que declarará un período de luto nacional y que viajará allí en los próximos días.
Los sobrevivientes deambulaban el lunes por calles llenas de escombros, buscando agua y refugio en Mayotte, el territorio más pobre de Francia y, por extensión, de la Unión Europea.
“Caos” es como el residente Fahar Abdoulhamidi describió las secuelas. En Mamoudzou, la capital, la destrucción fue total: escuelas, hospitales, restaurantes y oficinas quedaron en ruinas.
Las aldeas en las colinas se redujeron a árboles partidos y montones de metal corrugado por vientos de más de 220 km/h (136 mph), según el servicio meteorológico francés.
Solamente hay electricidad en capital; el resto del archipiélago no tiene luz. Las telecomunicaciones quedaron gravemente interrumpidas; la mayoría de las antenas no tienen servicio. Las autoridades están preocupadas por la escasez de agua potable.
Paisaje de guerra
Los residentes hacían fila ante las tiendas de comestibles en busca de agua y otros productos básicos.
"Realmente es un paisaje de guerra. Ya no reconozco nada. No queda ni un árbol, en las colinas no hay ni una brizna de hierba", dijo a Reuters Camille Cozon Abdourazak, residente de Mayotte, por videollamada después de que se restableciera el suministro eléctrico.
"Encontré una tienda abierta que tenía agua. Todavía quedaban algo de leche, así que pude comprar una para mi bebé y otra para el de mi amiga, que vive al lado", añadió.
Muchas personas ignoraron las advertencias del ciclón en las 24 horas previas al impacto de la tormenta, subestimando su poder.
“Nadie creyó que sería tan grande”, dijo Abdoulhamidi a The Associated Press por teléfono. “Aquellos que viven en bangas se quedaron a pesar del ciclón, temiendo que sus hogares fueran saqueados”, dijo, refiriéndose a los asentamientos informales de la isla.
Peor aún, muchos migrantes evitaron los refugios por miedo a la deportación, dijo Abdoulhamidi.
Recuperando cuerpos
La Cruz Roja francesa describió la devastación como “inimaginable” y dijo que era imposible dar un número exacto de víctimas, porque los rescatistas aún están buscando cuerpos. Los daños, incluido al único aeropuerto de Mayotte, han dejado algunas áreas inaccesibles para los equipos de emergencia.
Mayotte es un archipiélago densamente poblado entre Madagascar y el continente africano con más de 320.000 personas, según el gobierno francés. La mayoría son musulmanes. Y las autoridades francesas calculan que hay otros 100.000 migrantes de lugares tan lejanos como Somalia.
El recuento oficial de muertos era de 20, según la estación de televisión Mayotte La 1ère, pero la ministra de Salud francesa, Geneviève Darrieussecq, ha advertido que cualquier estimación probablemente sea un conteo muy bajo “comparado con la magnitud del desastre”.
Chido fue un ciclón de categoría 4, el segundo más fuerte en la escala, y el peor que ha golpeado a Mayotte desde la década de 1930, dijo el prefecto François-Xavier Bieuville, el principal funcionario del gobierno francés en el grupo de islas.
Bieuville dijo el domingo que el número de muertos era de varios cientos de personas y podría incluso llegar a miles. Pero agregó que sería extremadamente difícil contar los muertos y muchos podrían no quedar registrados nunca, en parte debido a la tradición musulmana de enterrar a las personas dentro de las 24 horas posteriores a su muerte.
Llega la ayuda
Se enviaron equipos de rescate y suministros desde Francia y Reunión. Los vuelos diarios están entregando 20 toneladas de agua y alimentos para abordar las necesidades urgentes, dijo el gobierno.
El aeropuerto de Mayotte permanece cerrado a los vuelos civiles después de que su torre de control sufriera graves daños y no se espera que reabra hasta al menos el jueves, dijeron las autoridades. Las autoridades francesas indicaron que se esperaba la llegada de más de 800 personas adicionales en los próximos días.
El Ministerio del Interior francés dijo que 1.600 policías y gendarmes fueron desplegados poco después del ciclón para “ayudar a la población y prevenir posibles saqueos”.
La gente de Mayotte ha dicho anteriormente que su archipiélago sufre de desinversión y negligencia por parte del gobierno francés. Alrededor de tres cuartas partes de la población vive en la pobreza, según la agencia de estadísticas francesa INSEE.
El territorio también ha enfrentado disturbios políticos y un creciente apoyo al partido de extrema derecha Agrupación Nacional, reflejando una profunda insatisfacción con el statu quo político. El año pasado, el ejército francés se movilizó para sofocar las protestas después de que una sequía y mala gestión llevaran a escasez de agua.
Después de azotar Mayotte, el ciclón Chido continuó hacia el oeste y tocó tierra el domingo en Mozambique, donde mató a tres personas, hirió a 34 y dañó cuatro escuelas. En el vecino Malawi, Chido mató a dos personas.
De diciembre a marzo es la temporada de ciclones en el océano Índico suroccidental, y el sur de África ha sido azotado en los últimos años. En 2019, el ciclón Idai mató a más de 1.300 personas, principalmente en Mozambique, Malawi y Zimbabue. El ciclón Freddy dejó más de 1.000 muertos en varios países del océano Índico y el sur de África el año pasado.
El Parlamento Europeo guardó un minuto de silencio el lunes por las víctimas de Chido. La presidenta de la cámara, Roberta Metsola, declaró: “Mayotte es Europa, y Europa no te abandonará”.
{Con información de Reuters y AP]
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