Estados Unidos está preparando nuevas sanciones por el asesinato de manifestantes antigubernamentales en Irak, dijo el viernes un alto funcionario del Departamento de Estado de Estados Unidos.
"No hemos terminado. Este es un proceso continuo", dijo David Schenker, subsecretario del Departamento de Estado, a los periodistas, y agregó más tarde que "haremos más designaciones en el futuro". No proporcionó más detalles.
El viernes, la administración Trump impuso sanciones a tres líderes de la milicia iraquí respaldados por Irán por la represión violenta de las protestas que han asolado el país. El Tesoro y el Departamento de Estado también golpearon a un rico empresario iraquí con sanciones por soborno y corrupción.
Los líderes de la milicia que fueron blanco de las sanciones están acusados de ordenar a sus fuerzas que abran fuego contra los manifestantes que protestan contra la corrupción y la gobernanza generalizada. Se informó que unas 400 personas murieron en represalias contra las protestas generalizadas.
"La disidencia pública pacífica y la protesta son elementos fundamentales de todas las democracias'', dijo el secretario del Tesoro, Steven Mnuchin, en un comunicado.
"Estados Unidos apoya al pueblo iraquí en sus esfuerzos por erradicar la corrupción. Responsabilizaremos a los autores de abusos contra los derechos humanos y corrupción en Irak''.
Las sanciones congelan cualquier activo que los objetivos puedan tener en las jurisdicciones de EE. UU. y también prohíben que los estadounidenses hagan negocios con ellos. Se impusieron en virtud de la Ley Global Magnitsky, que otorga al gobierno de EE. UU. la autoridad para imponer sanciones por abusos contra los derechos humanos en todo el mundo.
"El pueblo iraquí quiere recuperar su país'', dijo el secretario de Estado Mike Pompeo. "Piden una reforma y una rendición de cuentas genuinas y líderes confiables que prioricen los intereses nacionales de Iraq. Esas demandas merecen ser atendidas sin recurrir a la violencia o la represión '.
Los líderes de la milicia fueron identificados como los hermanos Qais al-Khazali y Laith al-Khazali de la milicia Asaib Ahl al-Haq (AAH) y Husayn Falih Aziz al-Lami, acusado de dirigir una milicia en nombre de la Corporación de la Guardia Revolucionaria de Irán.
Además de los líderes de la milicia, las sanciones afectan al empresario millonario Khamis Farhan al-Khanjar al-Issawi, acusado de sobornar a funcionarios del gobierno y participar en actos de corrupción.