Colombia sufre una crisis humanitaria. Hace 40 años que vive un conflicto interno y por lo menos tres millones de civiles mueren por año en esta guerra, según la ONU.
Casi cuatro millones más debieron desplazarse para escapar de la violencia desde 1985. Colombia es “el segundo país con mayor número de personas desplazadas en el mundo después de Sudán”, de acuerdo a la Comisión de seguimiento a la política pública sobre desplazamiento forzado (CODHES).
En este largo conflicto –y en un país donde la brecha entre ricos y pobres se acentúa- los que más sufren son los más vulnerables: los niños.
De ahí la importancia de que existan organizaciones como la Fundación Pies Descalzos, liderada por la cantante colombiana Shakira, que desarrolla un modelo de educación pública para niños y niñas en comunidades desplazadas y vulnerables de Colombia.
¿Su objetivo? Que los niños puedan ejercer su derecho fundamental a la educación en un ambiente protegido y estimulante.
La primera escuela de la fundación fue construida en Quibdó, ciudad de la Costa Pacífica colombiana, donde el desplazamiento forzoso alcanzó cifras de hasta de un 35%, según detalla Pies Descalzos.
“La escuela de Quibdó abrió sus puertas en el 2004 y atendió satisfactoriamente a 500 niños y niñas”, de acuerdo a la historia de la fundación.
A partir de ese entonces, Pies Descalzos empezó a abrir más escuelas en otros lugares afectados por el conflicto en Colombia y a atender las necesidades educativas, nutritivas y psicosociales de miles de niños y familiares.
Entre 2007 y 2008, la fundación abrió la Institución Educativa y Centro Comunitario Fundación Pies Descalzos en el Corregimiento La Playa, en Barranquilla.
La nueva escuela atiende hasta 1.590 niños y más de 21.000 personas del Corregimiento La Playa reciben los beneficios de varios programas comunitarios.
El Corregimiento La Playa fue declarado como área de emergencia educativa por el Ministerio de Educación de Colombia debido a la gran cantidad de personas desplazadas que asientan en este sector, según Pies Descalzos.
“Las cuatros escuelas que existen actualmente en el barrio solo pueden atender a 1.500 de los 9.600 estudiantes que existen, es decir, tan solo el 16 por ciento”, aseguró la fundación.
Es posible ayudar a Pies Descalzos de varios maneras: apadrinando a un niño, a través de todo tipo de donaciones (libros, computadoras, material didáctico, muebles), y alistándote como voluntario.
“Podemos ser la primera generación que lleve educación a cada niño en el mundo”, dijo Shakira. Esto no sólo depende de la fundación, también depende del pueblo colombiano.
