Diplomáticos de las potencias mundiales reunidos en el G-7 intentarán ponerse de acuerdo este lunes sobre cómo encarar los conflictos en Siria, las ambiciones nucleares de Corea del Norte y el apoyo ruso al dictador sirio Bashar al-Assad.
El secretario de Estado, Rex Tillerson, estará presente en la cita en Italia, que antecede su primera vista oficial a Moscú esta misma semana, pero los resultados más concretos posiblemente tendrán que esperar hasta la Cumbre de presidentes del grupo, a fines de mayo.
Los ministros de Relaciones Exteriores sentarán las bases para esa cumbre, dando prioridad a los esfuerzos colectivos para derrotar al grupo Estado islámico en Siria e Irak.
La reunión se verá fuertemente marcada por el ataque químico de la semana pasada por parte de Assad contra el pueblo de Khan Sheikhoun en donde murieron 80 personas, y que fue respondido tres días más tarde por el presidente Donald Trump con el lanzamiento de 59 misiles contra la base aérea desde donde EE.UU. cree que se originó el ataque químico.
El ministro italiano de Exteriores, Angelino Alfano, anfitrión de la Cumbre, dijo que el amplio apoyo a la respuesta militar estadounidense, ha contribuido a una “renovada harmonía” entre Estados Unidos y sus aliados.
“No tenemos que olvidar que hace solo 100 o 120 días, la preocupación en Europa era que Estados Unidos y la Unión Europea se estaban moviendo en direcciones opuestas”, dijo Alfano a la cadena Sky TG24. “Yo aplaudo esta renovada harmonía”.
Tillerson dijo el domingo que Estados Unidos continúa comprometido con el mapa de ruta desarrollado en Ginebra en 2012 con el que se busca poner fin al conflicto en Siria, que entonces tenía poco más de un año de comenzado y que desde entonces se ha convertido en un masivo desastre humanitario.
“Creo que lo que Estados Unidos y nuestros aliados queremos es permitir al pueblo sirio tomar su propia decisión”, dijo Tillerson a la cadena CBS News. “Hemos visto cómo luce un cambio violento de régimen en Libia y esa clase de caos no puede desatarse” en Siria.
Alfano también fue cuidadoso para referirse a una eventual salida de Assad del poder.
“Debo decir que el experimento libio no salió bien. Todavía pagamos el precio”, dijo en referencia al vacío que creó la salida y posterior muerte del dictador Moamar Gadafi y el subsecuente flujo de refugiados hacia Europa.
La reunión en la ciudad amurallada de Lucca reunirá al secretario Tillerson, con sus homólogos británico Boris Johnson, y el japonés, Fumio Kishida, en un momento en que un portaviones estadounidense navega rumbo a las aguas cercanas a la península coreana tras las pruebas de misiles balísticos realizadas por Corea del Norte.
Rusia fue sacada del club de naciones industrializadas, antes conocido como G-8, luego de anexar Crimea en 2014