La empresa china Huawei Technologies Co Ltd espera liderar el desarrollo de 5G en Brasil, pero enfrenta algunos desafíos para que el país se ponga al día con otros mercados latinoamericanos para implementar el servicio ultrarrápido, dijo un ejecutivo a Reuters.
El mayor fabricante de equipos de telecomunicaciones del mundo ha probado con éxito 5G con los cuatro principales portadores en Brasil y los está ayudando a modernizar su infraestructura antes de una largamente esperada subasta de espectro, dijo Nicolas Driesen, director de tecnología de Huawei.
"Hemos estado trabajando en 5G desde 2009 y nuestra tecnología de extremo a extremo es competitiva en costos porque permite la reutilización de algunos equipos de generaciones anteriores", dijo en una entrevista la semana pasada.
Ericsson, de Suecia, y Nokia, de Finlandia, también están compitiendo para implementar 5G, pero los bajos costos y las relaciones de larga data de Huawei le dan una ventaja en gran parte de América Latina.
La administración del presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, ha instado a los gobiernos de todo el mundo a que rechacen a Huawei argumentando el temor a un potencial espionaje, pero pocos han prestado atención a esas advertencias.
Incluso con el liderazgo de Huawei, Brasil se está quedando atrás de otros países de la región, dijo Driesen.
En abril, su vecino, Uruguay, se convirtió en el primer país latinoamericano en implementar 5G con fines comerciales. "Y México también está uno o dos años por delante de Brasil", dijo el ejecutivo, y agregó que todavía será posible ponerse al día si la subasta programada para marzo de 2020 se realiza a tiempo. Algunos observadores de la industria temen que se pueda posponer ya que aún se están definiendo las reglas para el proceso.
La agencia reguladora local Anatel aún está determinando las reglas para la subasta de 5G después de decidir en mayo que las frecuencias de 2,3 GHz y 3,5 GHz se asignarán a 5G. Otras bandas como 26 GHz y 700 MHz también podrían agregarse a la subasta.
Driesen dijo que la industria de las telecomunicaciones también podría beneficiarse de un cambio en la legislación brasileña que rige las torres y antenas.
