Los líderes del G7 de naciones industrializadas tienen previsto reunirse este fin de semana en Alemania, un año después de haber expulsado al presidente Vladimir Putin de sus filas en protesta por la intervención rusa en la crisis de Ucrania.
Lejos de solucionar algo, ni la expulsión de Putin, ni las sanciones a Rusia o el cese el fuego acordado hace cuatro meses, han servido para modificar la actitud rusa. Ucrania y los separatistas prorrusos están envueltos en las más violentas batallas en meses.
“No creo que podamos engañarnos a nosotros mismos con que las políticas y las acciones en el terreno estén produciendo los resultados que quisiéramos”, dijo a la AP Heather Conley, directora del Programa Europeo del Centro de Estudios Estratégicos e Internacionales en Washington.
Agregó que los líderes europeos evaluarán los siguientes pasos del gobierno de Obama mientras llegan la decisión a fines del verano de si continuar con las sanciones sobre Rusia.
Por el momento, y a menos que haya un empeoramiento de la crisis, ni Estados Unidos ni Europa parecen tener deseos de aplicar sanciones más fuertes a Moscú.
El encuentro en el que participan los líderes de Estados Unidos, Gran Bretaña, Alemania, Francia, Italia, Canadá y Japón, se desarrollará en la pintoresca localidad de Schloss Elamu, en los Alpes bávaros.
La mayor parte de esta información ha sido tomada de cables de AP.
