El presidente electo Donald Trump continúa completando su gabinete con los nombramientos de los jefes de la Administración de la Pequeña Empresa y la Agencia de Protección Ambiental (EPA), así como el importante y masivo Departamento de Seguridad Nacional, cargos anunciados el miércoles.
El fiscal general de Oklahoma, Scott Pruitt, quien ha negado el cambio climático y cuyas políticas han ayudado a las compañías relacionadas a los combustibles fósiles, será el titular de la EPA.
De igual manera, Trump nombró a la exdirectora ejecutiva de la empresa de entretenimiento y lucha libre profesional World Wrestling Entertainment, Linda McMahon, para que encabece la Administración para Pequeños Negocios.
Y temprano del miércoles, el círculo cercano a Trump dijo que el magnate había escogido al General retirado de la Infantería de Marina, John Kelly, como jefe del Departamento de Seguridad Nacional, la agencia encargada de combatir el terrorismo y parar la inmigración de indocumentados.
Kelly fue nombrado por su experiencia en cuanto a la frontera sur con México y su conocimiento de los países centroamericanos de donde llega la mayor parte de los migrantes indocumentados en este momento, así como su fuerte posición sobre las drogas, el terrorismo y otras amenazas.
Kelly es el tercer general retirado en el gabinete de Trump —junto a los Generales James Mattis, nombrado jefe del Pentágono, y Michael Flynn, nombrado asesor de Seguridad Nacional— y un cuarto militar, el General retirado David Petraeus, sigue siendo una de las posibilidades para secretario de Estado.
Petraeus compite con el exgobernador de Massachusetts, Mitt Romney, el ex alcalde de Nueva York, Rudy Giuliani y el senador por Tennessee, Bob Corker.
Pese a que los antecedentes de la mayor parte de los miembros de su gabinete, representantes de las líneas duras en sus respectivas carteras, dejan entrever que el presidente electo se prepara para respaldar con medidas duras su discurso de campaña sobre la inmigración y el medio ambiente. Trump ha intentado flexibilizar sus posturas.
El lunes Trump se reunió con el ex vicepresidente Al Gore, un activista del medio ambiente, y en una entrevista difundida el miércoles, el presidente electo suavizó su discurso sobre los dreamers, los inmigrantes que entraron a Estados Unidos de manera indocumentada cuando eran niños.
Aunque algunos defensores de los inmigrantes confían en que las palabras de Trump sean una rama de olivo, otros son escépticos.
"Ya hemos visto esta película antes", afirmó en un comunicado Frank Sharry, del grupo defensor de los derechos de los inmigrantes America's Voice. "Desafortunadamente no esperamos un cambio ni flexibilización alguna".
