Desde los primeros días de la invasión de Rusia, el presidente ucraniano, Volodymyr Zelenskyy, ha pedido infructuosamente aviones jet de combate a Estados Unidos, y aunque los expertos dicen que no harían mucha diferencia a corto plazo, la idea está recibido apoyo.
En la Conferencia de Seguridad de Múnich el fin de semana, la vicepresidenta Kamala Harris acusó directamente Rusia de cometer crímenes contra la humanidad en la guerra, y dos legisladores republicanos estadounidenses plantearon armar a Ucrania con aviones avanzados.
El senador Lindsay Graham aprovechó los comentarios de Harris para exhortar a la administración Biden a dar los primeros pasos para suministrar los aviones.
"Déjenme destacar esto: ¿cómo describimos esta guerra de Rusia como un crimen contra la humanidad … y no entregamos a la víctimas las armas defensivas para detener el crimen?”, dijo Graham en una entrevista de la cadena ABC News.
Graham expresó que hay que hacer dos cosas con rapidez: declarar a Rusia como un estado patrocinador del terrorismo bajo la ley de EEUU, lo que dificultaría a China a dar armas a Rusia, y comenzar ya a entrenar pilotos ucranianos para volar los F-16".
Todo lo que podamos
También en Múnich, el presidente de Asuntos Exteriores de la Cámara de Representantes, Michael McCaul, un republicano de Texas, dijo a CNN que también quiere que el presidente Joe Biden envíe los jets a Ucrania.
"El hecho es que mientras más se espere, más durará el conflicto”, dijo McCaul. “Necesitamos enviar todo lo que podamos a esta guerra para que puedan ganar, y creo que las condiciones se están dando para eso”.
Pocos días atrás, un grupo de legisladores de ambos partidos en la Cámara Baja enviaron una carta a Biden para pedirle que enviara F-16 a Kiev, alegando que son necesarios para ayudar a Ucrania a proteger su espacio aéreo.
Biden renuente
Biden no se ha mostrado propenso a la idea de suministrar jets de tecnología avanzada a los militares ucranianos, por temores de que la capacidad de Kiev de atacar territorio ruso pueda escalar el conflicto.
E fines de enero, cuando un periodista le preguntó si EEUU enviaría aviones F-16 Ucrania, Biden respondió tajantemente: "No".
Funcionarios de la administración han advertido tras bastidores que tratar de equipar a Ucrania con un nuevo avión en medio de una guerra en curso sería extremadamente difícil, especialmente porque sus fuerzas armadas no tienen experiencia con aviones de diseño similar.
No hace mucho, sin embargo, que la administración, e incluso el mismo Biden, esgrimían argumentos similares para no enviar a Ucrania tanques M1 Abrams, y solo después de una negociación en que Alemania accedió a transferir sus propios tanques a Ucrania si EEUU actuaba primero decidió a la Casa Blanca a prometer 13 Abrams.
Una dinámica similar parece estar en curso ahora, con varios aliados de EEUU en Europa que dicen que están dispuestos a suministrar jets, aunque ninguno se ha comprometido en firme hasta ahora.
Cuestionan efectividad
Los expertos dicen que sería un error creer que los F-16 serían útiles a Ucrania a corto plazo. Aunque el país tiene una fuerza aérea establecida y eficiente, todos sus aviones de la era soviética Mig-29 y SU-27 y sus equipos de mantenimiento son viejos, y totalmente incompatibles con las nuevas tecnologías.
Eso implica que con aviones modernos Ucrania tendría que actualizar toda su logística y entrenar a las cuadrillas de mantenimiento, una tarea compleja hasta en tiempos de paz.
Mike "Starbaby" Pietrucha, un experimentado coronel retirado de la Fuerza Aérea de EEUU, dijo a la Voz de América que tomaría cuatro años para que los pilotos ucranianos adquieran la capacidad de operar los F-16 en un entorno de combate.
“Los ucranianos ya tienen pilotos de guerra talentosos y experimentados en sus aviones, y algo de eso se transfiere”, explicó Pietrucha. “Pero no tanto como podría esperarse”.
Cuando EEUU comenzó la transición de otros aviones a los jets F-16 tomó años de entrenamiento para que los pilotos adquirieran una capacidad combativa. Eso se debe a la complejidad de los aviones y el peligro inherente de operar un avión supersónico.
Pietrucha dice que apresurar el entrenamiento de los pilotos ucranianos resultaría en muertes innecesarias.
Aunque el F-16 no es el avión más avanzado del arsenal de EEUU, sigue siendo un arma formidable. Con los años ha sido actualizado de ser un jet de combate directo en el día a ser capaz de operar en la noche, hacer frente a blancos más allá del horizonte y a jugar múltiples roles en situaciones de combate.
Más de 4.600 se han fabricado desde que comenzó su producción hace casi 50 años y los nuevos modelos se fabrican aún para algunos mercados extranjeros. El F-16 está en servicio en varios aliados europeos y miembros de la OTAN como Dinamarca, Bélgica, los Países Bajos, Polonia y otros.
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