El presidente de Armenia, Serge Sarkísian, presidió un servicio recordatorio al cumplirse hoy los 100 años de la masacre de un millón y medio de armenios durante la Primera Guerra Mundial.
Sarkísian pronunció un discurso a un sombrío grupo de dignatarios que asistieron en un oscuro día al Monumento del Genocidio Armenio en Yerevan, la capital del país.
El presidente ruso, Vladimir Putin, y el mandatario francés, François Hollande, entre otros líderes, asistieron a la ceremonia.
Cada uno colocó una rosa amarilla en el centro de una corona en forma de No Me Olvides, una flor que simboliza la conmemoración.
Cientos de miles de personas han venido a Yerevan para conmemorar la masacre, un evento que ha generado tensiones entre las naciones involucradas y sus aliados.
Los turcos niegan que las muertes de armenios por parte de turcos otomanos haya sido un genocidio; ellos dicen que los armenios murieron durante una guerra civil en la que eran apoyados por los rusos, y que el número de muertos fue menos de un millón y medio.
Turquía formalmente protesta contra cualquier gobierno que califique las muertes como genocidio.
A principios de mes llamó a consultas a su embajador en el Vaticano después de que el papa Francisco dijera que la masacre armenia fue el primer genocidio del Siglo 20.
El presidente Barack Obama emitió un comunicado el jueves en el que conmemora las muertes llamándolas una masacre, una terrible carnicería y una horrible violencia, pero, no usa la palabra genocidio. El comunicado causó la ira de grupos de intereses estadounidenses-armenios quienes dijeron que el presidente debería tomar una posición más firme.
El jueves, el presidente alemán, Joachim Gauck, por primera vez llamó genocidio a los asesinatos y dijo que Alemania es en parte responsable.
En un servicio en la catedral de Berlín, Gauck dijo que como aliado del imperio otomano durante la guerra, los soldados alemanes participaron en el planeamiento e implementación de las deportaciones de armenios.
Mujeres, hombres, niños y ancianos fueron indiscriminadamente enviados a marchas de la muerte, enviados sin ninguna protección o comida a las estepas y al desierto, quemados vivos, perseguidos, golpeados y disparados hasta la muerte. Este acto criminal planeado y calculado fue llevado a cabo contra los armenios por una sola razón, dijo Gauck, solo porque eran armenios.
La iglesia armenia ha elevado a la santidad a las víctimas durante un servicio el jueves en Echmiadzin, un pueblo que dio refugio a los que escapaban de las muertes.