Rudy Giuliani, un aliado del expresidente de Estados Unidos Donald Trump, se declaró en bancarrota el jueves, días después de que un jurado decidió que deberá pagar más de 148 millones de dólares por daños y perjuicios a dos exfuncionarias electorales de Georgia a las que difamó acusándolas de ayudar a amañar las elecciones de 2020.
Giuliani, que ayudó al expresidente republicano Trump a promover sus falsas afirmaciones de unas elecciones robadas en 2020, presentó la petición ante el Tribunal de Quiebras de Estados Unidos para el Distrito Sur de Nueva York, según documentos judiciales.
En la presentación, Giuliani dijo que tenía entre 100 millones y 500 millones de dólares en pasivos y entre 1 millón y 10 millones en activos.
Giuliani dijo que debía 148 millones de dólares a Ruby Freeman y Wandrea Moss, las dos exfuncionarias electorales de Georgia.
La declaración también incluía al hijo del presidente Joe Biden, Hunter Biden, como acreedor, sin especificar la cantidad que Giuliani le debía. En septiembre, Hunter Biden demandó a Giuliani por violación de su intimidad en relación con datos supuestamente extraídos de su computadora portátil.
Giuliani incluyó entre sus acreedores al Servicio de Impuestos Internos y al Departamento de Impuestos y Finanzas del Estado de Nueva York.
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