General Motors planea invertir 1.000 millones de dólares en sus fábricas en Estados Unidos y creará miles de empleos de cuello blanco, informó la empresa el martes.
Según la automotriz, la inversión es parte de un proceso normal de equipamiento de fábricas para producir modelos nuevos que estaba planeada desde hace meses, sin embargo hizo el anuncio después de que ser criticada por el presidente electo Donald Trump.
La automotriz dijo que creará o conservará 7.000 empleos en los próximos años, incluido unos 2.000 en sus fábricas. Creará otros 5.000 en su rama financiera y en el desarrollo de vehículos de avanzada tecnología, eléctricos y autónomos y en tecnología informática.
La compañía no reveló detalles sobre la ubicación de los empleos, y dijo que la dará a conocer durante el año. Pero la mayoría serán en Michigan, dijo el vocero Patrick Morrissey. Los nuevos empleos de cuello blanco, previstos desde hace mucho tiempo, se crearán en dos o tres años.
GM dijo que planificaba las inversiones desde hace años, y que creará o conservará unos 1.500 empleos en diversas plantas, sin identificarlas. Estos incluyen 450 empleos de fabricación de ejes para pickups que irán de Michigan a México, una decisión tomada mucho antes de la campaña electoral, dijo la empresa.
También confirmó que un proveedor fabricará componentes para la próxima generación de grandes pickups en Michigan, trasladando un centenar de empleos de México a Estados Unidos.
GM destacó que se trata de decisiones empresarias que estaban en discusión desde hace meses o años, pero Morrissey dijo que éste era un buen momento para anunciarlas.
Trump ha atacado a GM y a otras compañías de la industria por fabricar vehículos en México para venderlos en el mercado estadounidense.
El empresario republicano amenazó con imponer un impuesto fronterizo a GM por importar el auto compacto Chevrolet Cruze. Aunque GM construye el modelo Cruze hatchback en México, la mayoría de los autos Cruze que vende en Estados Unidos son sedanes construidos en Ohio.
En vísperas del salón del automóvil de Detroit la semana pasada, la directora general de GM, Mary Barra, dijo que la empresa no tiene planes de cambiar el lugar de producción de vehículos livianos a la luz de las amenazas de Trump.
La CEO dijo que el sector automotor toma las decisiones sobre la ubicación de sus plantas con dos a cuatro años de anticipación.
Barra, miembro de un grupo asesor económico de Trump, dijo que aún no es momento de hablar de tarifas, y que la empresa tiene más coincidencias que diferencias con los objetivos comerciales y de empleo de Trump.