El gobierno colombiano y la guerrilla Ejército de Liberación Nacional anunciaron el lunes que volverán a reunirse en mayo, pero no profundizaron en los temas abordados en la ronda de conversaciones extraordinarias celebrada en Caracas.
Del 20 al 25 de mayo la mesa de diálogo se reunirá en la capital venezolana para recibir un informe sobre el modelo de participación y recomendaciones y firmar “el acuerdo sobre el primer punto de la agenda de diálogos”, indicó Vera Grabe, jefa negociadora del gobierno con el ELN, quien leyó un escueto comunicado conjunto sin dar otros detalles.
Ese primer punto de la agenda contempla la participación de la sociedad civil colombiana a nivel local, regional y nacional en el proceso.
La agenda de negociación fue acordada en marzo de 2023 en Ciudad de México al término del segundo ciclo de negociaciones de la mesa de diálogos.
Grabe estuvo acompañada por Israel Ramírez Pineda, el segundo comandante del ELN y conocido con el alias de Pablo Beltrán, quien agradeció el respaldo del gobierno venezolano, y los países garantes del proceso de paz, entre ellos Cuba, México y Noruega. El acto fue transmitido por la televisión estatal venezolana.
La reunión que se instaló el pasado 13 de abril tenía el propósito de destrabar los diálogos de paz en momentos en que el grupo rebelde acusaba a las autoridades de mantener diálogos alternos e intentar desmovilizarlo.
Previamente, en una consulta de AP, la delegación gubernamental respondió que los temas que serán abordados en la reunión “son confidenciales”.
El ELN denunció días antes del encuentro en Caracas a la administración del presidente colombiano Gustavo Petro por insistir “en adelantar una operación de desmovilización” en el departamento colombiano de Nariño que a su parecer fue emprendida en contra de ese grupo guerrillero, lo que condujo a la mesa de negociaciones a un “estado de congelamiento”.
Como respuesta a ese y otros desencuentros, el séptimo ciclo de diálogos correspondiente a abril fue suspendido.
La irritación fue provocada por la activación en marzo de un diálogo regional en Nariño propiciado por autoridades locales y que contó con el aval del gobierno nacional y la participación de una sección del ELN denominada “Comuneros del Sur”.
Entonces, el líder de esa guerrilla, Antonio García, calificó la acción como un intento del gobierno por “presentar un ELN dividido”, a lo que la delegación gubernamental respondió solicitando respeto.
Según las autoridades, en Nariño, región fronteriza con Ecuador, operan varios grupos armados vinculados con el narcotráfico y otros delitos.
Pese a las fricciones entre los bandos, se mantiene el cese al fuego bilateral, el cual se renovó en febrero por un lapso de seis meses.
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