Para combatir el descenso de colonias de abejas y de las mariposas monarca de los últimos años, el gobierno de Estados Unidos decidió poner manos a la obra y lanzó un ambicioso plan para protegerlas y garantizar su hábitat.
La iniciativa federal consiste en convertir terrenos favorables en áreas más amigables para las abejas, invertir más en investigación y considerar el uso de menos pesticidas.
El plan compromete a todos desde la burocracia federal hasta los ciudadanos con el único propósito de salvar a las abejas, que representan un aporte a la economía estadounidense de más de 15.000 millones de dólares.
El asesor científico de la Casa Blanca, John Holdren identificó el problema y reconoció que “los polinizadores tienen problemas” y citó los resultados de un último estudio que revela que los apicultores perdieron el 40 por ciento de sus colonias el año pasado, aunque los especialistas señalan que es una disminución natural existen otras condiciones que sí preocupan como que se haya reducido en mayor cantidad en el verano, cuando por el contrario es la temporada del año más productiva.
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Las mariposas monarca también atraviesan un problema similar. De ellas se ha visto un descenso de 90 por ciento o más en las últimas dos décadas. Ellas pasan el invierno en los bosques de México, así que el gobierno estadounidense trabaja con México para expandir el hábitat para las monarcas en el sur de ese país.
Las abejas son cruciales para polinizar muchas cosechas, pero últimamente han sufrido por una combinación de descenso en sus opciones de nutrición, ácaros, enfermedades y pesticidas.
Este nuevo plan de acción contempla restaurar 7 millones de acres de hábitat para abejas en los próximos cinco años. Para lograrlo muchas agencias federales tendrán que encontrar la forma de cultivar plantas en terreno federal que sean más variadas y mejores para alimentar a las abejas, porque los científicos temen que las amplias extensiones de terreno donde se cultiva una única especie hayan perjudicado la nutrición de estos insectos.
Por otro lado, la administración propuso gastar 82,5 millones de dólares en investigación en abejas en el próximo año fiscal, frente a los 34 millones de dólares actuales.
El gobierno también redoblará los estudios sobre la seguridad de los pesticidas con neonicotinoides, muy utilizados en Estados Unidos y prohibidos de forma temporal en Europa.
Por ahora la FDA también ha restringido el uso de estos pesticidas hasta que se realicen más investigaciones sobre sus efectos.
