Durante los cinco años de asedio y dos meses de combate en que las fuerzas del gobierno sirio arrebataron a los rebeldes los suburbios del este de Damasco, ambos bandos cometieron crímenes de guerra, según una comisión investigadora de las Naciones Unidas.
En un informe emitido el miércoles en Ginebra, la comisión dijo que en el suburbio conocido como Ghouta oriental vivían al menos 265.000 personas durante "el sitio más prolongado de la historia moderna".
El asedio terminó en abril cuando las fuerzas del gobierno y sus aliados lanzaron una ofensiva demoledora para tomar la zona, con un saldo de cientos de muertos.
El informe de 23 páginas exhorta a todas las partes en el conflicto sirio a desistir de los asedios, caracterizados por crímenes de guerra.