El diálogo entre el gobierno y la oposición venezolana continúa este martes tratando de definir una metodología de trabajo para los encuentros subsiguientes, si es que logran ponerse de acuerdo para continuarlos.
"Es una reunión de trabajo para establecer...plazos y fechas de instalación de las comisiones, para establecer en qué medida y cómo vamos a lograr los objetivos, y si el gobierno no quiere eso simplemente no hay diálogo", dijo Delsa Solórzano, integrante de la comisión de enlace de la oposición a la agencia The Associated Press en entrevista telefónica.
La reunión tendrá lugar en la oficina del vicepresidente Jorge Arreaza, que encabeza la delegación gubernamental.
Se espera que la Mesa de la Unidad Democrática, que agrupa a los principales partidos de oposición, insista en una amnistía para un centenar de personas a las que considera “presos políticos”.
El líder opositor, Henrique Capriles ha reconocido que el país continúa escéptico sobre las posibilidades del diálogo porque no pasa nada nuevo, y señaló al gobierno como responsable de que eso cambie y que la gente no se sienta indiferente.
María Corina Machado, diputada destituida de la Asamblea Nacional, quien no quiso participar en el primer encuentro con Maduro, dijo en Francia que el diálogo es “indispensable”, pero que el gobierno no cree en el mismo y ha “cerrado todas las vías a la sociedad para expresarse”.
Juan Requesens, presidente de la Federación de Centros Universitarios de la Universidad Central de Venezuela, dijo a la prensa que "el gobierno debe garantizar muchas cosas pendientes si nos quiere ver sentados dialogando en el Palacio de Miraflores".
De acuerdo a una encuesta de Hinterlaces, una encuestadora venezolana, el primer diálogo fue visto por siete de cada 10 venezolanos. Para los encuestados, el 33% de quienes lo vieron piensan que la oposición resultó triunfadora, mientras para otro 25% fue Maduro quien mejor se vio en el encuentro.
"Es una reunión de trabajo para establecer...plazos y fechas de instalación de las comisiones, para establecer en qué medida y cómo vamos a lograr los objetivos, y si el gobierno no quiere eso simplemente no hay diálogo", dijo Delsa Solórzano, integrante de la comisión de enlace de la oposición a la agencia The Associated Press en entrevista telefónica.
La reunión tendrá lugar en la oficina del vicepresidente Jorge Arreaza, que encabeza la delegación gubernamental.
Se espera que la Mesa de la Unidad Democrática, que agrupa a los principales partidos de oposición, insista en una amnistía para un centenar de personas a las que considera “presos políticos”.
El líder opositor, Henrique Capriles ha reconocido que el país continúa escéptico sobre las posibilidades del diálogo porque no pasa nada nuevo, y señaló al gobierno como responsable de que eso cambie y que la gente no se sienta indiferente.
María Corina Machado, diputada destituida de la Asamblea Nacional, quien no quiso participar en el primer encuentro con Maduro, dijo en Francia que el diálogo es “indispensable”, pero que el gobierno no cree en el mismo y ha “cerrado todas las vías a la sociedad para expresarse”.
Juan Requesens, presidente de la Federación de Centros Universitarios de la Universidad Central de Venezuela, dijo a la prensa que "el gobierno debe garantizar muchas cosas pendientes si nos quiere ver sentados dialogando en el Palacio de Miraflores".
De acuerdo a una encuesta de Hinterlaces, una encuestadora venezolana, el primer diálogo fue visto por siete de cada 10 venezolanos. Para los encuestados, el 33% de quienes lo vieron piensan que la oposición resultó triunfadora, mientras para otro 25% fue Maduro quien mejor se vio en el encuentro.