La carta de renuncia que hizo pública el ejecutivo de Goldman Sachs, Greg Smith, ha generado una serie de reacciones.
El ejecutivo anunció su renuncia a la corporación en forma pública, diciendo que el banco de inversiones “ha perdido toda integridad y que no trabaja por los intereses de sus clientes”.
A través de un editorial que publicó el periódico The New York Times, este miércoles 14 de marzo, Smith dice que solamente está “diciendo públicamente lo que otros susurran en privado”.
Considerando que el negocio de los bancos se construye a base de confianza, muchos esperan que el efecto de este artículo sea devastador.
A los comentarios del ahora ex ejecutivo, que define el ambiente y la cultura de trabajo de la firma como “toxica y destructiva” Goldman Sachs emitió un comunicado en el que dice que “no está de acuerdo con la posición planteada por Smith, la cual no refleja la forma en que" la corporación "conduce su negocio”.
Egresado de la Universidad de Stanford, Smith se desempeñaba como ejecutivo de la oficina de Goldman Sachs en Londres, donde, según su propio testimonio en la carta de renuncia, comnezó a trabajar para la empresa recién graduado de la universidad.
El diario The New York Times lo presenta como director de la cartera de derivados en Europa, el Medio Oriente y África, y su carta ha disparado una nueva ola de críticas contra la empresa, que se empezaba a recuperar de la mala imagen generada tras la crisis financiera de 2008.
Goldman Sachs recibió $700.000 millones de dólares en rescate bancarios por parte del gobierno de Estados Unidos y es considerada como una de las firmas de inversionistas más influyentes en Wall Street.