Protestas en Haití en contra del presidente Jovenel Moïse y la inflación, tienen prácticamente paralizado a Puerto Príncipe, la capital, mientras autoridades internacionales instan al diálogo.
El lunes, se reportaron barricadas, neumáticos incendiados y ruidos de armas de fuego en varios vecindarios, especialmente en el centro de la ciudad, lo que ha afectado la circulación del tráfico vehicular. Las escuelas están cerradas y la policía tomó posición a la entrada de la ciudad para evitar que los manifestantes bloqueen las rutas.
El domingo, se bloquearon carreteras, hubo vehículos quemados y ataques a negocios, en Puerto Príncipe.
El corresponsal de la Voz de América en Puerto Príncipe informó que los manifestantes se quejan del alto costo de vida y exigen la renuncia del presidente haitiano. Ante el saqueo de tiendas y quema de vehículos, la policía intervino varias veces para evitar que la situación empeore.
También, durante las protestas, los manifestantes intentaron quemar agencias estatales y estaciones de servicio.
Según BBC, "al menos cuatro personas murieron y decenas resultaron heridas en cuatro días de protestas en la capital de Puerto Príncipe y otras ciudades".
Las actividades en Haití se paralizaron el sábado a causa de protestas, que dejaron una víctima mortal y un joven herido en Puerto Príncipe. Los manifestantes apedrearon, la casa del presidente y se enfrentaron a la policía.
Delante del hospital donde fue trasladado el cuerpo, la policía disparó al aire para dispersar a unas 200 personas encolerizadas, reportó un periodista de la AFP.
El descontento de la población que pidió la renuncia de Moïse, ocurrió tras la publicación de un informe sobre la mala gestión del gasto público.
El alza de precios fue otra causa de las protestas ocurridas en la mañana del sábado, en ciudades cercanas a la capital y en provincia.
Por la tarde, dice AFP, las principales carreteras de acceso al área metropolitana de Puerto Príncipe fueron bloqueadas por barricadas de neumáticos incendiados dispuestos por jóvenes que atracaron a los pocos autos que transitaban por las calles.
“A pesar de las dificultades, la policía moviliza todos sus esfuerzos para garantizar la seguridad de las vidas y de los bienes de las personas en todo el país”, declaró la policía nacional (PNH) a la AFP.
El jueves, los manifestantes también hicieron presencia en las principales ciudades, para alzar su voz frente a la inflación; estos hechos ocasionaron dos muertes y dejaron 14 policías heridos.
Los enfrentamientos fueron protagonizados por la policía y los opositores; hubo presencia de gases lacrimógenos y la policía disparó al aire para dispersar a la multitud.
Según AFP, "la economía haitiana, debilitada por una inflación de más del 15% durante dos años, se está hundiendo debido a una acelerada devaluación de la moneda nacional, el gourde, frente al dólar estadounidense, que aumenta los precios de los productos de primera necesidad, mayoritariamente importados".
Las manifestaciones fueron organizadas por el aniversario del fin de la dictadura de Duvalier, el 7 de febrero de 1986.
Según un informe emitido por el Tribunal Superior de Cuentas sobre la actuación de la gestión pública, se dieron detalles de las posibles desviaciones de fondos prestados desde 2008 por Venezuela a Haití para financiar su desarrollo económico y social.
"Alrededor de 15 exministros y altos funcionarios han sido señalados en el documento, al igual que una empresa dirigida en aquel momento por el actual presidente, identificada como beneficiaria de fondos para un proyecto de construcción de una carretera sin que se firmara ningún contrato", dice AFP.
Reacción sobre las protestas
El Core Group, conformado por representantes de las Naciones Unidas, la OEA, Canadá, Estados Unidos y otros países de occidente, publicaron un comunicado que rechaza las manifestaciones de protesta del 7 de febrero de 2019.
El Grupo deplora la situación de los actos de violencia que han causado pérdida de vidas y los daños materiales que se registran durante los desórdenes.
Los miembros del Core Group hicieron un llamado para que los actores de la sociedad haitiana y, en primer lugar, las autoridades estatales se comprometan a participar en una jornada constructiva entre todos los sectores para identificar la mejor manera de resolver la crisis económica y la agenda política de Haití.
Así mismo, alientan al gobierno a acelerar las reformas estructurales que deben permitir una gestión avanzada, mejorar las condiciones de vida de la población que sufre, luchar contra los prejuicios y promover un clima que pueda atraer inversiones y promover el desarrollo. El sector productivo es lo que permitirá al país avanzar económicamente.