El Parlamento griego aprobó una trascendental legislación que permite la unión civil entre parejas del mismo sexo, a pesar de la fuerte resistencia de los partidos de oposición y de la poderosa Iglesia Ortodoxa.
La ley, aprobada el miércoles a primeras horas, por una votación de 193 a 56, surge siete años después que los legisladores griegos aprobaran las mismas provisiones para parejas heterosexuales que excluyó expresamente las uniones homosexuales.
La exclusión generó una fuerte crítica de la Corte Europea de Derechos Humanos, que posteriormente falló que era discriminatoria.
El primer ministro griego, Alexis Tsipras, quien al comienzo de su periodo hace un año prometió reformas sociales, dijo a los legisladores que la ley cierra un círculo de vergüenza para el Estado.
“Hoy reconocemos el derecho de todas las personas, sin importar el sexo o su orientación, para vivir juntos y escoger su propio camino en la vida como lo deseen” dijo Tsipras.
La legislación, similar a las de Gran Bretaña, España y Chipre, no llega a permitir casamientos entre parejas del mismo sexo. Tampoco permite que tales parejas adopten hijos, y les niega jubilaciones y beneficios impositivos disponibles para las parejas homosexuales.