¿Piensa que el frío puede ocasionar una gripe? ¿Cree que es mala idea dar leche a un niño con catarro? Si su respuesta a estas dos preguntas es sí, entonces este artículo es para usted.
Las bajas temperaturas y la gripe están tan estrechamente vinculadas en la mente de tantas personas que por lo común es difícil decir qué sucedió primero. De hecho algunos estudios señalan que la gente se enferma con más frecuencia en el invierno.
Expertos en medicina dicen que es normal que los niños sufran de gripe de cuatro a cinco veces por año, una frecuencia que en los adultos se reduce a dos o tres.
Con todo, la doctora Ranit Mishori, del Hospital de la Universidad de Georgetown, señala que mucha gente cree que es posible hacerse inmunes a los catarros, aunque desafortunadamente ese no es el caso.
“Existen alrededor de 200 virus causantes de la gripe común y muchos piensan que una vez que alguien se enferma una vez se inmuniza para el resto de la vida. Pero eso es erróneo”, indica.
Mishori aclara que la gente tampoco se enferma a causa de las bajas temperaturas. “El asunto es que las personas tienden a congregarse y estar juntas de modo que el virus de la gripe común se transmite de unos a otros cuando se saludan con la mano, estornudan o tosen.”, explica.
Aunque no existe cura contra la gripe, la doctora dice que se puede hacer algunas cosas para ayudar a reducir su duración e intensidad.
Si bien los médicos precisan que la Vitamina C no ayuda a prevenir los catarros, definitivamente existen algunas pruebas de que sí ayuda a que no sean tan malos.
En adición a esto, la ciencia médica admite que la miel de abejas y la sopa de pollo pueden resultar efectivas cuando se tiene gripe, especialmente la primera.
“Hay crecientes pruebas de que ayudan a reducir la duración de los catarros, algunas veces dos o tres días, especialmente entre los niños—apunta Mishori--. La sopa de pollo tiene propiedades antiinflamatorias y no sólo contribuye a que duren menos las gripes sino que también ayuda a limpiar la secreción de las membranas mucosas”.
En cuanto a los alimentos, Mishori señala que “si la persona no tiene apetito y no come, no le va a pasar nada, pero hay que beber mucho, agua o té, cualquier líquido. Eso es muy importante”, enfatiza.
Algunas abuelas piensan que no es buena idea dar leche a un niño con gripe, sobre todo si tiene mucha flema. Pero la doctora aclara que “los productos lácteos no incrementan las secreciones, aunque si pueden hacerlas más espesas. Es posible que el malestar aumente en cierto grado, pero obviamente si se trata de bebés, que es todo lo que ingieren, no debe dejar de dárseles”.
Hay muchos otros mitos sobre lo que se debe y lo que no sede hacer cuando se tiene gripe. El mejor consejo es que cada quien siga haciendo lo que mejor le siente, y espere que la gripe agote su ciclo natural.